De la emoción al desconsuelo solo hay un paso para Aduriz


No fue un día cualquiera ayer ni para el Athletic ni para uno de sus jugadores más emblemáticos. El equipo bilbaíno sufrió lo suyo para poder aterrizar en Mallorca tras el paso por la isla de algo más que una gota fría. Los leones, pese a todo, llegaron a tiempo de jugar el partido y de asistir al reconocimiento de la afición de Son
Moix a Aduriz. El donostiarra, todo un seguro desde el punto fatídico, falló un penalti en el tiempo de descuento. Increíble, pero cierto.



El veterano delantero, con pasado bermellón, tuvo su primer homenaje cuando apenas había llegado la gente al estadio. Dos representantes del ‘Moviment Mallorquinista de Penyes, Socis i Aficionats del Mallorca’ entregaron al rojiblanco una placa en reconocimiento a su etapa como jugador local. La discreción, al poder.

Luego, con los dos conjuntos y el cuarteto arbitral ya sobre el césped para disponerse a disputar el choque, los aficionados presentes en Son
Moix dedicaron varios cánticos y una cerrada ovación a un emocionado
Aduriz. Un consejero delegado del club isleño, mientras tanto, entregaba una camiseta bermellona al donostiarra y los hinchas locales situados en uno de los fondos desplegaban una pancarta con la leyenda “Gracias Aritz”. Detalles y más detalles con el pichichi del Athletic.

Su entrada al campo también fue recibido con muchos aplausos. Aplausos que se tornaron en silbidos en el momento en que se dispuso a lanzar el penalti contra la portería de Reina. Al borde del minuto 90. Aduriz, lamentablemente para los intereses bilbaínos, falló esta pena máxima.

Salida
y
llegada
con
retrasos

El viaje a Palma, pese a todo, arrancó con retraso y suspense tanto para la delegación oficial del At

hletic
como para los aficionados rojiblancos, familiares de los propios leones incluidos, que tenían previsto tomar el avión entre las 10.30 y las 11 horas. Las noticias que llegaban entonces procedentes de Mallorca no eran nada halagüeñas. Un temporal, inesperado al parecer, azotaba la capital balear; por lo que el aeropuerto permanecía cerrado.

Alrededor de dos horas y media después, justo cuando la selección española de basket vencía a Australia en la segunda prórroga, los aviones despegaron

El problema está allí porque desde aquí si podemos salir”, explicaba entonces una de las auxiliares de vuelo. Hubo quien se tomó a broma lo de la posible suspensión del choque de Son Moix, pero lo cierto es que la partida del Athletic no estaba garantizada. Alrededor de dos horas y media después, justo cuando la selección española de basket vencía a Australia en la segunda prórroga, los aviones despegaron.

Es un día de tormentas y va a haber turbulencias a mitad de viaje y, sobre todo, al aterrizar”, comentaba entonces el piloto. Los dos vuelos aterrizaron en torno a las 14 horas en Palma. Aduriz, por cierto, fue el único miembro de la delegación del Athletic que se acercó a interesarse por los viajeros del vuelo no oficial. El donostiarra pudo así saludar a familia y amigos. Del resto de la representación rojiblanca no hubo testimonio presencial alguno


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