De un campo de refugiados al Mundial

De un campo de refugiados al Mundial

Awer Mabil, en la actualidad jugador del Kasimpasa turco, ha pasado de nacer y vivir en un campo de refugiados a ayudar el pasado lunes a Australia, su país de adopción a clasificarse para su quinto Mundial de fútbol consecutivo. Mabil manifestó que transformar un penalti en la tanda contra Perú fue una forma de dar gracias a Australia por haberles acogido a él y a su familia.

El extremo, hijo de padres de Sudán del Sur, nació en un campo de refugiados de Kenia. Hoy es futbolista, milita en el Kasimpasa cedido por el  Midtjylland danés y el lunes transformó su penalti ante Perú. Al final vio cómo Andrew Redmayne, portero de Australia, paró el lanzamiento de Álex Valera para dejar fuera a Perú del Mundial y clasificar a los ‘socceroos’.

Sabía que iba a marcar. Era la única manera de darle las gracias a Australia, de mi parte y de la de mi familia”, afirmó Awer Mabil, de 26 años, ante los medios tras el triunfo que vale la presencia en la gran fiesta del fútbol, a partir del 21 de noviembre en Qatar.

Awer Mabil, celebrando junto a su compañero Kye Rowels

EFE

Mabil narró su historia: “Mi familia huyó de Sudán debido a la guerra, nací en una choza. Mi habitación de hotel aquí es más grande que la habitación que teníamos como familia en el campo de refugiados. Al acogernos y reasentarnos, Australia nos dio a mi familia y a mí una oportunidad de vida”, manifestó el ahora internacional australiano (ya en 28 encuentros, 7 goles marcados).

Mabil espera que su contribución a la victoria del lunes, al menos en fútbol, ayude a crear un nuevo discurso sobre los refugiados en Australia. “Creo que podría tener un impacto en el fútbol australiano. Vamos a la Copa del Mundo. Marqué (el penalti), muchos de mis compañeros marcaron, todos jugamos un papel”.

Mabil añadió: “Y sí, tal vez ese niño refugiado jugó un papel importante. Así que eso es en nombre de mi familia solo para mostrar mi agradecimiento a toda Australia”.

El extremo nacido en un campo de refugiados de Kenia explicó que llegó a Australia cuando era niño justo a tiempo para ver jugar a a ‘generación dorada’ de los ‘socceroos’ en el Mundial de Alemania 2006. Aquella selección australiana alcanzó los octavos, en los que cayó por 1-0 ante la después campeona del mundo, Italia,

Mabil comenta que la generación actual de jugadores australianos está decidida a no dejarse presionar por el recuerdo de los días en que Tim Cahill y Harry Kewell vestían la camiseta verde y dorada.

“Queremos crear nuestro propio capítulo”, dijo el extremo. “Lo veo como una motivación. Ahora es el momento de que escribamos nuestro propio guión. La próxima vez cnos clasificaremos directamente. Los australianos siempre lo hacemos de la manera más difícil, es hora de cambiar esa imagen”.




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