De una pequeña firma local al mayor banco de España formado por 18 cajas

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Una buena parte de los grandes bancos españoles tienen un origen provinciano, y sobre todo las cajas de ahorros, sector al que ha pertenecido CaixaBank hasta la obligada transformación de estas entidades tras la crisis financiera que se inició en 2008. El banco que preside Jordi Gual nació en 1904 bajo el nombre de Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares, La Caixa. Su fundador fue un abogado catalán, Francesc Moragas Barret, con el apoyo de diversas entidades de la sociedad civil catalana. Fue creada con la finalidad de estimular el ahorro y la previsión.
116 años después, y tras varias adquisiciones y transformaciones, La Caixa se ha convertido en CaixaBank, entidad que tras su previsible fusión con Bankia se convertirá en el primer banco de España, con unos activos de alrededor de 650.000 millones de euros, y será la mayor operación de fusión en el sistema financiero del país de los últimos 20 años.
Bankia, por su parte, tiene su origen en CajaMadrid, el primer monte de piedad de España y la primera caja de ahorros, con una historia hasta su transformación en banco de más de 300 años. Durante años fue la segunda caja de ahorros del país y entre la tercera y cuarta entidad financiera española.
Pero el final de las cajas de ahorros, como consecuencia de la crisis financiera que pilló de lleno a este sector por sus elevada exposición al sector inmobiliario y a otros activos de alto riesgo, supuso la absorción de un gran número de entidades de ahorro, tanto por La Caixa como por Bankia. Aunque las vías de ganar tamaño por estas dos instituciones han sido muy diferentes.
Al comenzar el baile de fusiones en 2010 con la crisis financiera, La Caixa, presidida entonces por Isidro Fainé, optó por quedarse al margen de estas operaciones. Su presidente estaba convencido de que sería en la segunda oleada de integraciones cuando tendría su oportunidad. En el radar ya tenía a CajaMadrid, como lo había tenido antes otro anterior presidente de La Caixa, Josep Vilarasau.
Pero Fainé no desa­provechó tampoco la oportunidad de salvar a una pequeña caja en 2010, Caixa Girona, condenada a su intervención si no era absorbida rápidamente. Tras esta operación llegó su primera oportunidad, la compra de Banca Cívica, en 2012. Esta entidad ya era fruto de la fusión de varias cajas de ahorros, en concreto de Caja Navarra, Cajasol, Caja Canarias y Caja Burgos. Ese año La Caixa ofreció un canje de cinco acciones propias por ocho de Banca Cívica, lo que supuso valorar cada título de la entidad adquirida en aproximadamente 1,97 euros.
Fue entonces cuando Fainé decidió convertir a La Caixa en el paraguas de las cajas de ahorros que pudieran estar en crisis y completaran el mapa de oficinas por territorios que la entidad tenía diseñado. Fainé, ahora presidente de la Fundación La Caixa y de la CECA, siempre ha sido un ferviente creyente del modelo de las cajas de ahorros y de su obra social.
Aunque en junio de 2014 La Caixa tuvo que transformarse en fundación bancaria, en cumplimiento de la Ley de Cajas de Ahorros y Fundaciones Bancarias del 27 de diciembre. Tras este cambio, La Caixa se quedó con la obra social y Criteria, el holding industrial, en el que se encuentra la participación del 40% de CaixaBank. Mientras que la actividad bancaria pasó a un banco creado para esa función, CaixaBank, tras la desaparición de las cajas como entidades jurídica.
CajaMadrid, mientras, también sufrió su transformación en banco, aunque antes pasó por un proceso de fusión. El origen de Bankia se remonta a julio de 2010, cuando tuvo lugar la integración de siete cajas de ahorros –Caja Madrid, Bancaja, Caja Canarias, Caja Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja–. Bankia también tenia en sus activos, y desde hacía una década, el Banco de Valencia, que curiosamente, tras ser intervenido y subastado de forma exprés, fue adquirido por La Caixa.
El Banco de Valencia es desde octubre de 2017, cuando CaixaBank decidió dejar Barcelona como sede social, su domicilio social, y ahora, si finalmente la fusión de la entidad de origen catalán y Bankia se fusionan, la sede del gigante bancario español.
Bankia salió a Bolsa en 2011, y un año después fue nacionalizada, periodo en el que la entidad no podía realizar operaciones corporativas, veto que se levantó en 2017. El fin a las últimas limitaciones de la Comisión Europea coincidía en el tiempo con la materialización de la fusión con BMN, dando lugar al cuarto mayor grupo bancario de España. BMN también tiene su origen en varias cajas de ahorros, Caja Murcia, Caixa Penedès, Caja Granada y Sa Nostra.
De esta forma, se cumple el sueño de Fainé, fusionar CaixaBank con Bankia y convertir a la entidad en el paraguas de 18 cajas de ahorros, casi la mitad de las que existían en plena crisis financiera, aunque luego fueron desapareciendo por sus fusiones.
En el camino, CaixaBank también ha absorbido el negocio minorista de Barclays España y a Banpyme.


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