Las mujeres del mundo del periodismo, los derechos humanos, la literatura y el cine, entre otros sectores, han hecho un llamamiento internacional para que Afganistán mantenga las fronteras abiertas a todas las personas que requieran salir, en especial las mujeres, las más afectadas por la llegada de los talibanes. El manifiesto pide a los países que admitan los vuelos de repatriación cargados con afganos “en peligro inminente, hayan estado o no al servicio de Estados o instituciones que los talibanes consideran enemigos”. Reconocidas mujeres como Soledad Gallego-Díaz, exdirectora de EL PAÍS; Gabriela Cañas, presidenta de la agencia española de noticias EFE; Svetlana Alexievichy, Premio Nobel de Literatura; o Lydia Cacho, escritora y periodista de México son algunas de las figuras que firman el documento.
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El llamado a la cooperación internacional pide a todos los países la acogida de refugiados afganos y un esfuerzo en conjunto para mantener las fronteras abiertas para que los que buscan huir del régimen talibán tengan una oportunidad, especialmente las mujeres. “Nosotras, mujeres de todo el mundo, conscientes de que nuestra reivindicación de igualdad es inseparable de la libertad y la dignidad de las personas que hoy están grave y brutalmente amenazadas en Afganistán, y conscientes, también, de que las amenazas dirigidas contras las afganas por el simple hecho de ser mujeres suman una crueldad intolerable y adicional a la que padecen los afganos de cualquier condición, hacemos un llamamiento urgente”, reza el documento.
La primera petición exige que se mantengan las fronteras abiertas de Afganistán para que no se quede nadie atrás en el éxodo masivo motivado por la llegada del régimen talibán, un “poder fanático impuesto por la fuerza de las armas”. También se pide un esfuerzo para llevar a cabo la aceptación de los vuelos cargados de afganos y la acogida de los refugiados hayan estado o no trabajando como cooperantes internacionales. Por último, se hace una mención especial a las mujeres afganas por su vulnerabilidad y la necesidad de atención preferente, “sea por haber desempeñado tareas profesionales prohibidas por los talibanes, asistido a escuelas y universidades, conducido su vida al margen de una moral fanática o cualesquiera otros motivos”.
Mujeres de toda Hispanoamérica —desde España, Argentina, México, Nicaragua o Venezuela— hasta Bielorrusia, Estados Unidos o Austria, han unido sus voces en este reclamo internacional. El documento lo firman periodistas, escritoras, productoras, diputadas, juristas y abogadas por los derechos de las mujeres. Entre ellas destacan -además de las ya mencionadas Gallego-Díaz, Cañas, Alexievichy y Cacho- Maruja Torres, cronista de España; Rosa Montero, periodista española; Nélida Piñón, escritora y Premio Princesa de Asturias brasileña; Elena Poniatowska, escritora galardonada con el premio Cervantes; Gioconda Belli, escritora nicaragüense; Donna León, escritora de EEUU; o Carmen Aristegui, periodista de México.
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