La Real ha decidido conjurarse a la velocidad de la luz para aparcar a la mayor brevedad el mazazo de Butarque. La apuesta por apelar a la heroica en el Santiago Bernabéu es tan aguda, que Imanol
Alguacil empleó contra el Leganés un indisimulado plan que permitiera respirar a sus principales figuras. El cambio de guardia no surtió efecto porque se consumó la derrota, pero a nadie se le escapa que la intención subliminal del ‘once’ del domingo se encuentra en dar la campanada pasado mañana contra el Real Madrid. La ocasión lo merece.
Imanol
Alguacil repite una y otra vez que no existe partido más trascendente que el inmediatamente posterior, pero en Leganés no predicó con este idealista postulado. El objetivo de sus prioridades es tan legítimo como aspirar a batir al Real Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey. “Vamos a ir a pasar la eliminatoria”, avanzó antes de visitar al Leganés, recalcando además que “para ellos también” ha podido haber sido una mala noticia cruzarse con los realistas en el camino.
La Real calienta motores antes de una cita que puede ser histórica. La expedición viaja mañana a Madrid a la caza de las que serían terceras semifinales de Copa desde el título conquistado en 1987. Sólo en la temporada siguiente (87/88) y en la 13/14 se clasificó la Real para la eliminatoria previa a la final. Un par de coletazos en más de 30 años desde que la sección masculina txuri urdin levantó su último entorchado.
Aunque el sorteo deparó tener que bailar con la más fea y encima en el salón de su casa, la esperanza se palpa en el ambiente del vestuario. Que Imanol conceda la máxima importancia al encuentro del jueves sobre, por ejemplo, la visita a Leganés, es otra señal de que algo grande se pueda estar gestando. Es la quinta vez en que la Real se ha metido en los cuartos de Copa desde el 87.
Un Real Madrid muy fiable
Imanol parece haber conseguido su objetivo de que las estrellas lleguen frescas al Bernabéu. Oyarzabal no jugó en Butarque, Odegaard y Barrenetxea salieron para media hora, Portu disputó 60 minutos, Isak tres cuartos de hora, Willian
José 20 minutos y Merino se quedó en Donostia. El navarro, aquejado de una contusión en el gemelo, se declaró ayer apto para estar en Concha Espina. El técnico, si no median imprevistos en el entrenamiento de hoy, sólo tiene la duda de Diego Llorente para componer un potencial ‘once’ de gala.
Los quebraderos de cabeza que puedan atormentar a Alguacil estarán relacionados con aspectos técnicos: retrasar a Zubeldia a la defensa o mantenerle como pivote, apostar por Barrenetxea o Portu, seguir con Isak o devolver la titularidad a Willian
José. Preguntas razonables que no merman la categoría de una alineación que será reconocible. El equipo no diferirá demasiado del formado por Remiro; Zaldua, Llorente, Le Normand, Monreal; Zubeldia, Merino, Odegaard; Portu, Oyarzabal e Isak, sin descartar a Guevara, Barrenetxea o Willian José.
La gesta pasa por neutralizar a la escuadra más fiable del momento en el fútbol español. El Real Madrid, que en la primera vuelta superó a los txuri urdin en el Bernabéu (3-1), llega como sólido líder de la Liga y ofreciendo una imponente impresión. Los de Zinedine
Zidane no han perdido un solo partido en casa este campeonato. La Real se agarra a su estelar Copa del Rey, en la que se mantiene invicta gracias a los cuatro partidos que ha ganado
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