La relación del FC Barcelona de baloncesto con el NBA Draft arranca hace más de 20 años, cuando la posibilidad (real) de que los jugadores europeos fueran a la mejor liga del mundo era poco menos que una utopía. Algo reservado solo para un selecto grupo de escogidos.
Desde entonces, más de una decena de jugadores fueron seleccionados, mientras vestían la camiseta azulgrana, para formar parte, o esa era la idea inicial, de la NBA.
El primero de ellos fue Roberto Dueñas, legendario pívot de 2.21m que vistió la camiseta azulgrana durante una década (y la tiene colgada en lo más alto del Palau Blaugrana) y que en 1997 fue escogido en el nº57, ni más ni menos que por los Chicago Bulls… vigentes campones de la NBA, con Michael Jordan, Scottie Pippen, Dennis Rodman y Toni Kukoc en sus filas.
Pero el sueño americano de Dueñas nunca se llevó a cabo, y el fuenlabreño nunca llegó a jugar en la NBA.
Un caso totalmente diferente, y por todos de sobras conocido, es el de Pau Gasol.
Tras brillar en las filas del Barça en la 2000-01, el pívot de Sant Boi decidió presentarse al draft de 2001… siendo escogido en el nº3, la posición más alta alcanzada nunca por un jugador español, por los Memphis Grizzlies.
El resto, es historia: ‘rookie del año’, all star, un par de anillos con los Lakers y casi 20 años de carrera en la NBA, donde pronostican que acabará formando parte del ‘Hall of Fame’.
Menos suerte tuvo su compañero de generación y gran amigo, Juan Carlos Navarro. El escolta fue elegido en el nº40 del draft de 2002 por los Washington Wizards, pero decidió esperar para probar la aventura americana.
No fue hasta el año 2007, cuando era indiscutiblemente el mejor jugador europeo fuera de la NBA, que probó suerte en la mejor liga del mundo… en las filas de los Grizzlies, junto a su inseparable amigo Pau.
A pesar de firmar una más que decente temporada (11 puntos por partido), Navarro decidió volver al Barça tan solo un año después, logrando su segunda Euroliga en 2010.
En 2003, otro jugador azulgrana volvió a ser escogido en el draft de la NBA… aunque, visto con la perspectiva que dan los años, no estuvo ni cerca de jugar allí: el holandés Remon Van de Hare, un espigado pívot de 2.22m fue elegico en el nº52 por los Toronto Raptors.
Miembro del equipo azulgrana campeón de la Euroliga en 2003, su carrera pasó por Eslovenia, Chipre y Ucrania, para acabar retirándose en las filas del Mataró.
Un año después, el brasileño Anderson Varejao, que empezaba a tener un papel protagonista en los esquemas de Svetislav Pesic, dejó la disciplina azulgrana para probar suerte en la NBA, tras ser escogido en el nº30 del draft por los Orlando Magic.
Pasó 14 temporadas en la liga (12 en Cleveland y 2 en los Warriors), siendo compañero de estrellas como LeBron James o Stephen Curry.
Mucho más efímero fue el paso por el Barça del danés Christian Drejer. Pero tan solo una temporada y media como azulgrana le sirvió para formar parte del NBA draft de 2004, escogido en el nº51 por los New Jersey Nets. Lamentablemente, Drejer nunca llegó a jugar en la NBA y se retiró por culpa de las lesiones en 2010, a los 28 años.
En 2006 se produjo un caso algo curioso: Cheikh Samb, jugador del Cornellà, equipo vinculado por entonces al Barça, fue escogido en el nº56 del draft… sin llegar a debutar con el primer equipo azulgrana.
El senegalés llegó a estar varias temporadas en la NBA, pero con un rol muy secundario.
Tras una etapa en la que, prácticamente cada año, al menos un jugador del Barça era escogido en el draft de la NBA, se tuvo que esperar hasta 2013 para que otro nombre de un azulgrana fuera nombrado por David Stern. De hecho, fueron dos: Àlex Abrines (nº32 por Oklahoma City Thunder) y Marko Todorovic (nº45 por Portland Trail Blazers).
El escolta mallorquín había llegado un año antes al Palau, donde estuvo hasta 2016, año en el que, tras ser escogido ‘Rising Star’ de la Euroliga, por fin dio el salto a la NBA.
En los Thunder jugó tres temporadas antes de volver al Barça donde vuelve a mostrar su mejor versión de la mano de Sarunas Jasikevicius.
El ala-pívot montenegrino, por su parte, no llegó nunca a cruzar el charco y ha desarrollado toda su carrera en Europa, aunque actualmente juega en la liga china.
En 2015, otro par de jugadores azulgrana fueron elegidos en el draft de la NBA… con diferente suerte (y posterior protagonismo): Mario Hezonja y Marcus Eriksson.
El escolta croata nunca llegó a mostrar todo su tremendo potencial en el Palau Blaugrana, pero desde la NBA veían que tenía mucha calidad.
Prueba de ello es que los Orlando Magic lo escogieron en el nº5 del draft. Aún así, tras cinco temporadas en la NBA, Hezonja aún no ha acabado de encontrar su sitio en la mejor liga del mundo y ha habido muchos rumores sobre su posible vuelta a Europa, y más concretamente, al FC Barcelona
Eriksson, por su parte, fue seleccionado en el nº50 del draft por los Atlanta Hawks, lo que dejaba meridianamente claro que su futuro inmediato no pasaba por la NBA. Cinco años después, sigue en Europa, en las filas del Alba de Berlín.
En 2018 se vivió un caso muy similar al de Hezonja con la penúltima ‘perla’ que aparecía reluciente en el futuro culé: Rodions Kurucs.
El alero letón fue fichado por el Barça como una de las grandes promesas del baloncesto europeo, pero antes de que pudiera brillar en el Palau Blaugrana, se lo llevó la NBA. Más concretamente, los Brooklyn Nets, que lo seleccionaron en el puesto nº40 del draft.
Aunque no muchos confiaban en las posibilidades de Kurucs, sin casi experiencia en Europa y escogido en un número alto del draft, lo cierto es que el alero se ha hecho un sitio en la NBA, donde aún juega, con bastante protagonismo.
Y el argentino Leandro Bolmaro es, por ahora, el último de la lista: escogido esta pasada madrugada en el nº23 del draft, por los New York Knicks, aunque posteriormente sus derechos fueron traspasados a los T’Wolves.
Parece que el base permanecerá en la disciplina azulgrana al menos hasta final de temporada, pero, sin duda, su futuro está en la NBA
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