El Bilbo Fútbol Sala desaparece. Comenzó su andadura en 1988, tomando el relevo del Caja Bilbao, y era una de las referencias, pero baja la persiana debido a la “inviabilidad de lograr un presupuesto suficiente”.
El club ha sido un habitual en categorías nacionales, consiguiendo éxitos tanto en la categoría masculina como últimamente en la femenina. Pero la Junta Directiva se ve obligada a tomar “la triste decisión” de decir adiós a toda su estructura, después de una “esforzada aventura” de la que se sienten “orgullosos” por ser “bandera” del fútbol sala vizcaíno y vasco.
Desde el Bilbo Fútbol Sala señalan que “en un principio, la posibilidad de desaparecer era impensable”. Sin embargo, “determinadas circunstancias” y el hecho de no poder hacer un presupuesto que garantice el futuro, les obligan “responsablemente a poner fin a un precioso camino”.
Desde el momento en el que la Federación Española notificó oficialmente que no habría descensos en Primera División, el club se puso a trabajar en dos posibles escenarios de cara a poder afrontar un futuro condicionado por el plan de profesionalización. Tras acordar con el cuerpo técnico su continuidad, se pusieron sobre la mesa necesidades de mejora y posibles cambios en la plantilla, necesarios para dar continuidad deportiva en los dos escenarios.
Uno era jugar en Primera. Para ello se necesitaba incorporar un importante número de nuevas jugadoras que mejoraran el nivel y que prestaran una mayor dedicación al equipo. Además, el cuerpo técnico consideraba necesaria una reestructuración de la plantilla y un mayor compromiso.
El segundo, jugar en Segunda. Con jugadoras de perfil joven y con margen de mejora y adaptación, y con ello poder mirar con garantías al futuro con una visión diferente. Ninguno de los dos ha resultado factible. Para participar en Primera era necesario incrementar sustancialmente el presupuesto y la búsqueda de patrocinadores no ha sido positiva. Aunque se pensaba que manteniendo el bloque de jugadoras y con refuerzos adecuados, con un presupuesto serio y real, el club lo intentaría con todas sus fuerzas.
Y para participar en Segunda “nos hemos encontrado con la falta de jugadoras y de colaboración para trabajar en unión y fortalecer proyectos existentes que han llegado hasta lo más alto del panorama nacional. A la vista de los resultados, esto en nuestra comunidad no parece posible”, subrayan.
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