Descubierto en Nuevo México un pariente del ‘Tyrannosaurus rex’



Un grupo de paleontólogos británicos y estadounidenses ha descubierto una nueva especie pequeña, pariente del Tyrannosaurus rex. Los fósiles fueron descubiertos en 1998, cuando el niño de 16 años Sterling Nesbitt, uno de los principales autores de la investigación, estaba de excursión con su instituto en un yacimiento en Nuevo México. Durante más de ocho años, el fósil se guardó en el Museo de Historia Natural de Mesa, Arizona.
Después de más de 20 años y con el estudio del cráneo de otro dinosaurio de la misma especie que encontró Robert Denton hace 22 años, se ha descubierto la nueva especie, Suskityrannus hazelae, que, como afirman los paleontólogos de la investigación, se podría considerar el primo del Tyrannosaurus Rex. “Nos ayuda a entender cómo los tiranosaurios se convirtieron en animales dominantes. El Suskityrannus nos cuenta que los tiranosaurios fueron pequeños y humildes casi hasta el final del Cretácico, cuando de repente se convirtieron en animales mucho más grandes” explica Steve Brusatte, paleontólogo en la Universidad de Edimburgo y parte del grupo de investigadores.
El nombre de la nueva especie, Suskityrannus hazelae, viene de la lengua del pueblo Zuñi y se traduce como “el coyote tirano”, debido a su parecido al coyote por ser un predador ágil y pequeño. La tribu de nativos americanos habita las tierras donde se encontraron los huesos. “Nuestro equipo trabajó con la tribu y les pedimos permiso para poder utilizar el nombre. Esperamos que esto sea una medida de respeto para las personas que ocuparon estas tierras después de los dinosaurios”, cuenta Brusatte.
Con los fósiles encontrados se puede hablar de un dinosaurio que no llegaba al metro de altura y tres metros de ancho y pesaba alrededor de 50 kilos. Si se compara con el Tyrannosaurus rex, es como el tamaño de la cabeza de éste. En la expedición no se encontraron los brazos, por lo que no se puede confirmar que tuviese un parecido con los de la especie anterior, sin embargo, sí que se encontraron unas garras de un tamaño bastante pequeño. Según los investigadores, el animal podía correr rápido por la largura de sus piernas y, además, tenía los dientes afilados propios de un animal carnívoro.
Esta especie data de hace 92 millones de años, una época de la que quedan escasos fósiles. Probablemente sea debido a los altos niveles de mar que inundaron los continentes y disminuyeron el potencial de conservación por la erosión. También parece ser que hubo ciertos cambios climáticos y del entorno durante este tiempo que afectaron a los animales y pudieron causar algunas extinciones.
Brusatte habla del descubrimiento de esta nueva especie como un puente entre los tiranosaurios más viejos, primitivos y pequeños de la época del Jurásico, hace unos 170 millones de años, y los grandes monstruos del final del Cretácico, que vivieron entre 84 a 66 millones de años atrás.


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