Ferrari no se dio por vencido tras el término del GP de Mónaco de Fórmula 1 y presentó una protesta formal ante la FIA contra Sergio ‘Checo’ Pérez, ganador del Gran Premio ante Carlos Sainz (2º), y otra contra Max Verstappen, que fue 3º ante el ferrarista Leclerc (4º). Sin embargo, en la tarde de este domingo, los comisarios decidieron desestimar esta protesta y mantener así el resultado final del Gran Premio.
El conjunto italiano se quejó de que tanto el mexicano como el piloto neerlandés pisaron la línea que separa la salida de boxes del resto de la pista cuando se estaban reincorporando en ella, algo que por reglamento no se puede hacer por cuestiones de seguridad.
Mattia Binotto, jefe de Ferrari, en declaraciones a ‘DAZN F1’ apuntaba que la acción había sido “clara”.
“Los dos pilotos han cruzado la línea amarilla. Si miras el Código Deportivo Internacional dice que no se puede cruzar. Hubo una nota del director de carrera en 2020 que decía que debes mantener el coche a la derecha (sin tocar la línea), y los pilotos deben respetarlo”, expresó.
Sergio Pérez y Max Verstappen fueron citados a declarar ante los Comisarios de Carrera como parte de la investigación y finalmente los comisarios decidieron no actuar. En caso de que los comisarios hubieran decidido penalizar a ambos coches, la sanción hubiera sido de 5 segundos, algo que le hubiera entregado el triunfo a Carlos Sainz y que hubiera dejado a Leclerc en la segunda posición ante los dos Red Bull, con un doblete en los despachos que Ferrari no pudo conquistar en pista por “varias decisiones equivocadas”, como reconoció el propio Binotto. Sin embargo, finalmente no hubo modificaciones en el resultado final.