Una nave, con el astronauta hispanoestadounidense Michael López-Alegría al mando, ha despegado este viernes desde Cabo Cañaveral (EE UU) con rumbo a la Estación Espacial Internacional, que orbita la Tierra a unos 400 kilómetros de altura. Junto al comandante viajan tres ricos empresarios de Canadá, Israel y Estados Unidos, que han pagado unos 50 millones de euros cada uno por una aventura de 10 días. Se trata de la primera misión privada de la historia y está organizada por la compañía estadounidense Axiom Space.
López-Alegría, nacido en Madrid hace 63 años y criado en EE UU, emprende su quinto viaje al espacio, tras cuatro experiencias entre 1995 y 2007, cuando era astronauta de la NASA. Los cuatro tripulantes se encontrarán en la estación —una especie de casa voladora de seis habitaciones— con otros siete colegas, incluidos tres cosmonautas rusos, en plena crisis por la invasión de Ucrania. El propio López-Alegría reconoció en una entrevista con EL PAÍS hace tres semanas que será “muy incómodo” convivir con sus compañeros rusos mientras por la ventanilla se observan las columnas de humo sobre el país en guerra. El jefe de la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos), Dmitri Rogozin, ha amenazado con boicotear la estación si se mantienen las sanciones contra su país.
La empresa Axiom Space, de la que López-Alegría es vicepresidente, pretende añadir en 2024 un primer módulo privado a la Estación Espacial Internacional, que hasta ahora es un proyecto de la NASA, la Agencia Espacial Europea y sus homólogas de Japón, Canadá y Rusia. Y López-Alegría calcula que en 2030 podría estar lista una nueva estación privada. La actual, iniciada en 1998 y ya anticuada, se dejaría caer sobre el océano Pacífico. Axiom Space ha proclamado que la misión de este viernes es “un gran paso” hacia esa plataforma de nueva generación en la órbita terrestre.
Los cuatro tripulantes han despegado a bordo de una nave Dragon, de la empresa estadounidense Space X, propiedad del magnate Elon Musk, el hombre más rico del mundo. La situación es muy tensa. El propio Musk retó a una pelea al presidente ruso, Vladímir Putin, el 14 de marzo. Dmitri Rogozin respondió en sus redes sociales afirmando que Musk era “demasiado débil”.
Los tres empresarios que viajan junto a López-Alegría son el canadiense Mark Pathy, exdirector ejecutivo de la compañía de buques de carga Fednav; el estadounidense Larry Connor, dueño de un emporio de inversión inmobiliaria; y el israelí Eytan Stibbe, antiguo piloto de combate y cofundador de LR Group, una firma que vendía, entre otras cosas, equipamiento militar. Axiom Space anunció en 2020 que el actor estadounidense Tom Cruise también viajaría al espacio con la empresa, pero no participa en esta primera misión.
López-Alegría rechaza el término “turistas espaciales”, porque asegura que sus compañeros llevan meses preparándose y ejecutarán más de 25 experimentos científicos a bordo de la Estación Espacial Internacional. El cocinero español José Andrés ha preparado la comida de los cuatro astronautas. Según el chef, será la primera vez que una persona comerá paella valenciana en el espacio.
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