Si bien hay personas recelosas de la higiene de su ropa de cama, también hay quienes creen que no es un asunto tan importante y deciden no cambiar sábanas y almohadas en bastante tiempo. Pero para tu mayor higiene y salud, debes saber por qué lavarás la funda de la almohada cada semana.
El caso es que la suciedad se acumula aquí con mayor rapidez que en cualquier otro lugar.. Incluso cuando pareciera que están completamente limpias, pueden contener todo tipo de restos que atenten contra la salud.
Lavarás la funda de la almohada todas las semanas
Paula Seiton, la persona detrás de la cuenta @paula.unsitioparacadacosa en Instagram, explicó en un video reciente por qué motivo todos deberíamos lavar las almohadas en este periodo de tiempo. Y el secreto está, precisamente, en los restos que quedan alojados en ellas.
Ácaros de polvo
Los alérgicos no necesitan que nadie les diga los problemas que pueden causar los ácaros de polvo en el aire o en las cosas. Pasada más de una semana las almohadas se llenan de ácaros que pueden disparar reacciones indeseadas en todo el cuerpo.
Ocurre que estos ácaros se alimentan de las células muertas que se desprenden del cabello mientras dormimos o descansamos. Para que esto no suceda, es indispensable eliminar las células muertas. No hay forma más recomendable que lavarlas.
Residuos orgánicos
Además, diversos desechos de origen orgánico se acumulan en la superficie de las fundas de las almohadas, como sudor y saliva. Asimismo, la caspa y el cerumen son comunes en estas telas. Te sorprendería saber las grandes cantidades de residuos que producimos y eliminamos durante la noche. Y a todos esos de origen orgánico hay que sumarles los de origen artificial.
Así, lavar las fundas de las almohadas con frecuencia es una tarea que deberías realizar sin excusas.
¿Cada cuándo lavar las sábanas?
Al hilo de lo anterior, también querrás saber de qué forma y la frecuencia para lavar las sábanas. Debes saber que, en este caso, es preferible hacerlo una vez cada una o dos semanas. Pues se quedan con el sudor de nuestra piel, con olores y también bacterias que se acumulan en el colchón.
Es decir, que pasa algo parecido a las fundas de la almohada. Para lavarlas, hay varias maneras de hacerlo incluso sin tener que usar lejía, porque, con el tiempo, pueden acabar amarilleando todo tipo de color y tejido. Eso sí, lo importante es quitar las manchas antes y no meterlas sin más en la lavadora.
Source link