Hablar de Didier
Deschamps es hablar de una leyenda para Francia. Pocas personas pueden mostrar en su currículum la consecución de una Copa del Mundo como jugador y como técnico. Didier es uno de ellos. En 2018 Deschamps puso la segunda estrella en el pecho de la selección gala, veinte años después de poner la primera vestido de corto.
“No hay palabras para expresar nuestra decepción”
El seleccionador afronta su segunda Eurocopa en el banquillo. La primera la disputó como local, en el campeonato que se disputó en Francia y que el combinado liderado por Griezmann cayó en la final ante Portugal con un gol de Éder en la prórroga. “No hay palabras para expresar nuestra decepción. Se necesitará tiempo para digerir haber perdido la oportunidad de ganar”, dijo el entrenador tras la derrota. Cinco años más tarde, Deschamps tendrá la oportunidad de resarcirse. Y la tendrá con un equipo que parte como claro favorito.
La decisión de Deschamps de convocar a Karim
Benzema tras cinco años y medio de ausencia afianza todavía más la condición de Francia como gran favorita para levantar la Eurocopa. La vigente campeona del Mundo llega con el equipo en un gran momento de madurez y con la inclusión del madridista como una baza más para desequilibrar partidos.
Deschamps buscará encadenar Mundial y Eurocopa, algo que ya hizo Francia en 1998 y 2000, aunque con técnicos diferentes en el banquillo. Si Didier alcanzara la gloria este verano, se convertiría en el técnico más laureado de la historia de la selección francesa. Y con los Mbappé, Griezmann, Benzema y compañía la hazaña no parece ni mucho menos una utopía.
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