El entrenador del Granada, Diego Martínez, ha señalado tras la derrota de su equipo por 3-2 en El Alcoraz contra el Huesca que con el equipo que dispuso de inicio sabía que podían tener problemas a balón parado, como así había sido tras encajar dos tantos en sendos saques de esquina.
“Esos problemas había que resolverlos con atención ante un equipo con buenos lanzadores y sabía que podíamos pagarlo caro. Por desgracia así ha sido”, ha lamentado Diego Martínez.
El preparador visitante ha explicado que habían estado bien en el inicio del partido pero que los últimos quince minutos de la primera mitad habían estado mal y que entonces habían llegado los goles.
El preparador del equipo granadino no ha querido excusarse en las ausencias por lesión o por problemas físicos de su equipo y, a este respecto, ha explicado que ya ha avisado al club de que la acumulación de partidos podía suponer un peaje y los riesgos que tenía y que están pagando.
“Vamos a dar el máximo por mantenernos en Primera y primero a disfrutar contra el Nápoles. Llevamos 38 ó 39 partidos pero tenemos que intentar sacar petróleo cada día. Tenemos que afrontar los contratiempos mirando al frente y peleando hasta donde nos dé y nos llegue”, ha apuntado.
Al respecto de las lesiones ha apuntado que están haciendo “encaje de bolillos” con los jugadores por el riesgo de lesiones que están teniendo, algo que está siendo “muy complicado” y que también les había ocurrido contra el Huesca.
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