Dinamarca barre a Francia pero no le sirve de mucho

Dinamarca hizo todo lo que estaba en sus manos, pero no fue suficiente para alcanzar un billete para la fase final de la Nations League. Su triunfo ante una irreconocible Francia la pone en el escaparate a las puertas del Mundial, y reivindica que su papel en la última Eurocopa fue consecuencia del buen trabajo que se lleva haciendo desde hace años. Dos goles en el primer tiempo hundieron a la selección de un apagado Mbappé (2-0).

Francia fue de más a menos, prueba de que las malas sensaciones que ha dejado en la Nations League no son casualidad. El cuadro de Deschamps empezó con la intención de dominar el choque, con alguna que otra buena ocasión ante Schmeichel, pero se vino abajo como un castillo de naipes. Sin personalidad, esta vez tampoco apareció la intervención de Mbappé, anulado por la zaga de una Dinamarca que esperó a su momento.

Las pérdidas de Camavinga y de Tchouaméni en la medular generaron nerviosismo en Francia, un equipo endeble en territorio nórdico. Cada saque de esquina en contra fue una pesadilla, castigado por una Dinamarca que a través de las botas de Eriksen armó la revolución. Un buen pase del jugador del United a Damsgaard siguió con un centro lateral que no pudo rechazar Upamecano. Dolberg, en el primer palo, rebañó ante Aréola: 1-0.

Francia pasó del optimismo a la zozobra. Al KO antes del descanso. Solo cinco minutos después del primer golpe, encajó otro más en la mandíbula. Un córner mal defendido habilitó una prolongación de Delaney a la frontal del área, donde Slov Olsen sorprendió con un zurdazo ajustado: 2-0. A pesar de que Francia quiso despertar tras el descanso, Dinamarca no se dejó intimidar por el intento de reacción de la campeona del mundo.

Si no llegó, fue en buena medida por Schmeichel. El arquero del Niza le negó en tres ocasiones consecutivas el gol a Mbappé, intuitivo para amargarle la noche al francés. Incansable en el esfuerzo, el del PSG no tuvo su noche y su selección se fue apagando poco a poco. Dinamarca siempre estuvo más cerca de sentenciar que de sufrir por atar el triunfo. Braithwaite perdonó nada más salir, pero no estropeó un prestigioso triunfo ante la todopoderosa Francia.