El jugador de los Brooklyn Nets Spencer Dinwiddie es uno de los positivos por la COVID-19 que sigue siendo duda para la reanudación de la temporada en la burbuja Disney de Orlando. El base es uno de los deportistas que ha reconocido que ha contraído la enfermedad y que además se ha visto afectado por varios de sus síntomas habituales: fiebre, tos, dolores en el pecho…
Dinwiddie explicó que quiere participar en el retorno a la competición, pero que su estado es incierto hasta que no logre batir al virus. De momento lleva diez días infectado y con síntomas, más de una semana en las que apenas ha podido salir de la cama sin marearse, según él mismo ha reconocido.
“Actualización del día 10: los dolores de cabeza por la congestión nasal cuando me levanto han empezado a disminuir, pero me pasé un poco con la bicicleta. Me mareé y sentí débil. Si consigo una prueba negativa mañana me dejarán volver a la pista el martes”, tuiteó el jugador la madrugada del lunes en España.
La bici a la que se refería Dinwiddie es la que le enviaron los Nets esperando que el jugador pudiera mantener algo de forma. Sin embargo, a pesar de que solo tiene 27 años y se encuentra en plenitud física, la enfermedad le atacó con virulencia. Al sexto día de ser diagnosticado, el base afirmó que “no había estado tanto tiempo en la cama desde que me operaron”. Se pasaba los días dormitando.
Al octavo día, el jugador compartió la fotografía de una bicicleta estática y unas pesas que su equipo le había enviado a casa para que intentara no perder del todo el tren de su físico. Reconoció que hasta entonces no había podido ni intentarlo, y cuando lo hizo se mareó.
“He sido diligente y me he protegido a mí y a las otras personas de la COVID-19 siguiendo todos los protocolos y cuarentenas”, explicaba cuando anunció que había dado positivo. El jugador voló en un vuelo privado hasta Nueva York y participó en los primeros entrenamientos de los Nets, pasando limpio varias pruebas de coronavirus. El 29 de junio anunció que había dado positivo en declaraciones a The Athletic.
“Dado que he experimentado síntomas, incluidos fiebre y congestión de pecho, no está claro si podré participar o no en Orlando”. Dinwiddie parece que ya encara su recuperación del virus, pero según la evolución que ha presentado en su cuerpo la enfermedad, resulta evidente de los peligros que esta esconde, incluso para los grupos de edad jóvenes o los deportistas de élite.
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