disgusto en su familia por irse a vivir junto a Enrique Ponce

Cuando todo parecía inclinarse hacia Madrid como la ciudad testigo de la primera convivencia entre Enrique Ponce y Ana Soria, la pareja ha dado un cambio de rumbo a su futuro. Puede que espoleados por la delicada situación que sufre la capital con la pandemia o quizás por otros factores, lo único seguro es que los tortolitos han decidido quedarse en la Andalucía natal de la joven.

Este ha sido el asunto estrella en el plató de ‘El programa de Ana Rosa’. Los periodistas allí presentes han aportado nuevos datos acerca de este sorprendente movimiento de la pareja: «Fue en agosto cuando decidieron que se quedaban en Almería. La última palabra la tuvo él, fue él quien se quería quedar porque se siente a gusto allí. Es una zona nueva, muy cerca del mar y muy cerca de los padres de Ana», ha comentado Sandra Aladro. Sin embargo, la periodista asegura que no todo ha sido coser y cantar ya que a los padres de Ana Soria no les ha hecho demasiada gracia la decisión de su hija de emanciparse: «No gustó nada la decisión de irse tan pronto a vivir con él porque tiene 21 años y está estudiando. El acuerdo familiar que hubo en esa casa es que ella se comprometió a no abandonar sus estudios pese a independizarse y por eso se ha matriculado en la Universidad de Almería», asegura. Es en este punto cuando Alessandro Lecquio se ha ofendido ante la actitud de la joven estudiante de derecho: «La mayoría de los universitarios llevan un mes de clase y a ella no le hemos visto todavía con una carpeta en la mano, con muchas ganas de estudiar no la veo, tiene más ganas de ir a caballito», se ha quejado.

Otro aspecto llamativo que ha contado Aladro es que «Enrique Ponce no se ha llevado nada de su antigua vida a su nueva casa. Están amueblándola entre los dos desde cero». Sobre este nuevo nidito de amor de Enrique Ponce y Ana Soria, Marisa Martín Blázquez ha contado algunos detalles: «Tiene todos los servicios posibles, como por ejemplo gimnasio. De lo que pagan a mí me hablan de que pagan entre 1.000 y 1.100 euros mensuales porque es un ático con vistas al mar», ha confesado la periodista.

Al margen del proyecto de vida juntos, Enrique Ponce y Ana Soria continúan con su edulcorada historia de amor. El torero tiene pendiente finiquitar el espinado asunto de su divorcio. A quien hemos visto en las últimas horas ha sido a Paloma Cuevas, disfrutando de la naturaleza a bordo de un quad. La ex de Enrique Ponce está algo tensa porque sigue a la espera de que el diestro de Chiva firme el convenio regulador al que han llegado, un paso previo a la ratificación del mismo en el juzgado. Ambos comparten abogado y han llegado a un consenso por el que el domicilio conyugal será para Paloma y sus hijas, que se queda con la custodia legal de las niñas, con la patria potestad compartida.

 




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