Australia entera y los aficionados al tenis en general permanecen a la espera de la decisión que pueda tomar Alex Hawke, el ministro de Inmigración del país, acerca de una segunda retirada de la visa de Novak Djokovic, cuyo nombre figura en el cuadro del Abierto de Australia, sorteado este jueves y que arranca el próximo lunes. Tras varios días a la espera de un fallo, tampoco será este jueves cuando se sepa si el jugador serbio se verá envuelto en un segundo proceso de deportación. Djokovic, número uno del mundo, debe enfrentarse en primera ronda a su compatriota Miomir Kecmanivic, situado el 78º del ranking ATP ―Rafa Nadal debutará contra el norteamericano Marcos Giron―.
Eso será siempre que Hawke no ejerza la autoridad a título personal que le otorga su cargo, y le cancele el visado de nuevo. Esta decisión se ha ido demorando desde que, el pasado lunes, el juez Anthony Kelly anuló la orden aplicada por los agentes de inmigración que recibieron a Djokovic, a su llegada a Melbourne, y que consideraron inválida la exención médica que, sobre el papel, le permitía entrar en Australia sorteando los 14 días de cuarentena obligatorios para cualquier viajero no vacunado contra la covid-19. Tras ser trasladado a un hotel, en el que permaneció aislado cinco días, el magistrado que instruyó la audiencia le liberó, al concluir que las Fuerzas Fronterizas no le dieron el tiempo suficiente para poder demostrar la validez de la exención que poseía.
A partir de entonces, y con Nole preparándose para el torneo que ya ganó el año pasado, el foco se ha centrado en las divergencias descubiertas en su declaración de entrada. El tenista afirmó no haber viajado a ningún sitio en los 14 días previos a su llegada a Australia, aunque imágenes en Instagram confirmaron después que sí lo hizo (estuvo entrenándose en Marbella además de estar en Belgrado). En un comunicado colgado este miércoles en su perfil de Instagram, el jugador pidió disculpas por aquello que catalogó como un “error humano” por parte de su agente. En ese mismo mensaje también se disculpó por haber asistido a una entrevista el 18 de diciembre, el día después de haber recibido la prueba PCR que certificó su positivo por covid.
Todas esas irregularidades están siendo investigadas a fondo por el Ministerio de Inmigración que dirige Hawke, que sobre el papel debía haberse pronunciado antes de la celebración del sorteo, que inicialmente estaba previsto para las tres de la tarde (hora australiana) de este jueves y que, sin embargo, se retrasó durante una hora y cuarto. Tennis Australia hizo llegar a los medios de comunicación que la resolución del caso era inminente, una impresión que se dio por buena cuando, acto seguido, se anunció una comparecencia del primer ministro, Scott Morrison. No obstante, el dirigente eludió dar detalles acerca del caso Djokovic, y se limitó a decir que el asunto está en manos de Hawke. Independientemente de si el de Belgrado llega a jugar o hasta cuándo le permiten hacerlo, la organización del torneo, de la mano con las autoridades sanitarias del Estado de Victoria, han decidido reducir al 50% el aforo de las gradas ―se dejarán de vender entradas cuando se llegue a ese porcentaje―, y el uso de mascarillas será obligatorio siempre y cuando no se esté comiendo o bebiendo.
Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.