Doblete de Morata con penalti revisado por el VAR incluido


No está fino el
Atlético de Madrid
en el asunto de los penaltis. Pero sí que lo estuvo Álvaro Morata en su partido ante el Mallorca. En el caso de las penas máximas, ya son cuatro esta temporada los fallados, aunque para suspiro de los rojiblancos, el VAR vino a echar un cable a los colchoneros. Si en el Camp Nou era Diego Costa el que marraba en primera instancia y luego Saúl marcaba el 1-1; en el Wanda Metropolitano se repitió la historia.



Álvaro
Morata se lo guisó y se lo comió. Él mismo fue objeto de un claro penalti de Sedlar casi a la media hora de juego. El madrileño se dirigió hacia el punto de penalti, la pegó abajo y Manolo Reina detenía de forma notable.

Con tal mala fortuna que el mismo defensa que había cometido la infracción, había entrado al área muchísimo antes de que Morata si quiera impactase con el balón. Consecuencia, Alberola
Rojas, a instancias del VAR, mandaba repetir el penalti.

Ahí, el delantero colchonero no se amilanaba, pedía volver a tirar y no cambiar de ejecutor. Volvía a disparar al mismo lado, eso sí, de forma más potente y pegado a la escuadra. Ahí Manolo Reina ya no podía hacer nada y el Atlético se adelantaba.

En esta temporada ya son cinco los penaltis fallados, si bien sólo tres de ellos fueron realmente marrados, porque otros dos se repitieron, el del Camp
Nou y el de este viernes en el Wanda Metropolitano. Morata y Costa han marrado dos cada uno y otro Kieran
Trippier.

En el lado positivo, como dos de esos penaltis fallados quedaron invalidados porque los arqueros no estaban bien colocados o porque un defensa se había metido antes en el área, el Atlético puede presumir de haber marcado finalmente los últimos cinco penaltis que ha lanzado. Dos de Álvaro Morata, dos de Saúl Ñíguez y uno de Diego
Costa.

Con un gol en su haber, Morata marcaba el segundo al filo del descanso. Koke robaba un balón, se lo cedía a Llorente que se colaba hasta la cocina para darle un pase de la muerte a su compañero que no fallaba en boca de gol.

MORATA, UN GOL NECESARIO

Que el balón acabase en la red finalmente en varias ocasiones en el caso de Álvaro
Morata es una buena noticia para el madrileño porque tras el parón, el madrileño ha perdido el rol de indiscutible que tenía. De hecho, el choque de este viernes era para él su tercer partido como titular de los siete que se llevan disputados. Y su segundo y tercer gol, después del que marcase ante Osasuna en Pamplona.

En este curso ya son para él 15 goles y dos asistencias, siendo el máximo anotador del Atlético.


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