Don Benito y Villanueva de la Serena: cómo dos pueblos se convierten en una gran ciudad

Los pueblos extremeños de Don Benito y Villanueva de la Serena han celebrado este domingo el referéndum para unirse y convertirse en una única ciudad: la tercera de la comunidad en población —desbancando a Mérida, la capital— y la sexta en extensión. La convivencia histórica entre ambos municipios había propiciado intentos anteriores de fusión —el último en 2004—, pero ninguno de los predecesores de los actuales alcaldes, José Luis Quintana y Miguel Ángel Gallardo, ambos del PSOE, había conseguido llegar tan lejos. En total contará con nueve entidades menores dependientes del Ayuntamiento matriz: seis procedentes de Don Benito y tres de Villanueva.

La piedra angular del proceso ha sido el referéndum. Ninguna de las fusiones anteriores desde que se aprobó la ley de 2013 que pretendía promoverlas —la de Oza-Cesuras en 2013 y la de Cerdedo-Cotobade en 2016, ambas en Galicia— lo llevó a cabo. Aunque no era obligatorio por ley, los regidores se fijaron un respaldo del 66% de la ciudadanía para seguir adelante con el proyecto, la única garantía de que fuera irreversible; y lo han conseguido. El referéndum lo ha tenido que autorizar el Gobierno central, pero lo único realmente necesario para llevar a cabo la fusión eran el sí de los plenos de ambos consistorios y la aprobación por parte de la Junta de Extremadura, en quien recae la competencia. Una vez se materialice, la fusión no podrá romperse hasta pasados 10 años, como mínimo.

Los núcleos urbanos de cada municipio son dos polos separados por unos cuatro kilómetros de carretera, la EX-206. En el punto medio de la vía, no obstante, se encuentran varios de los servicios que comparten: el Hospital Don Benito-Villanueva de la Serena, el Instituto Luis Chamizo y el parque de bomberos. También hay algunas zonas residenciales menores y aisladas, y ahí se está comenzando a construir el nuevo hospital, que prevé paliar las deficiencias del actual.

La nueva ciudad crecerá, precisamente, por el centro: eliminar la separación física entre ambos cascos es condición sine qua non para que el nuevo municipio desarrolle una identidad propia. El primer paso será crear la ciudad administrativa en una zona todavía prácticamente deshabitada: un nuevo palacio de justicia, una nueva comisaría y un nuevo consistorio. Los ayuntamientos actuales cuentan con 21 concejales cada uno, y el resultante tendrá 25 (17 menos en total). Además, pasará de haber dos secretarios, dos interventores y dos tesoreros a uno de cada categoría, y ninguno de los actuales regidores serán alcaldes de la nueva ciudad.

Aunque el futuro edificio, con la sala de plenos y las concejalías, se situará en la zona central, la atención al público se mantendrá en los antiguos consistorios para que las gestiones estén lo más cerca posible de la ciudadanía. Esto incluye, por ejemplo, el servicio de registros. Tras la ciudad administrativa, los siguientes pasos incluyen ampliar la zona residencial y crear una zona deportiva.

La fusión también supone unir los dos partidos judiciales. Actualmente Don Benito tiene tres juzgados de instrucción y uno penal, y Villanueva cuenta con otros dos juzgados de instrucción. Tras la unión, pasará a haber seis juzgados de instrucción (uno más que antes), uno penal y otros dos especializados nuevos, todos comunes. Aún no se conoce la materia sobre la que se ocuparán los especializados.

Los planes generales de urbanismo están unificados desde 2015. Los hicieron con la misma empresa y al mismo tiempo. Fue el legado del anterior intento de fusión, de 2004, que entonces no fructificó.

Todos los servicios pasarán a ser comunes. Actualmente comparten los bomberos y la depuradora, además del hospital y el instituto. Próximamente van a construir una estación común para la potabilizadora, lo que supondrá un ahorro de recursos, y la Junta ya ha anunciado la construcción de una nueva carretera, con dos carriles de entrada y salida, más un carril bici. Ya se ha aprobado una partida de 300.000 euros para realizar el estudio informativo gracias a una enmienda para los presupuestos de este mismo año.

Para la unificación de algunos servicios, como la gestión de las basuras y del agua, tendrán que esperar a que venzan los contratos de Villanueva de la Serena, que actualmente los regula a través de empresas privadas. Don Benito administra las basuras con una empresa propia y el agua, con un consorcio con la Diputación de Badajoz.

La red de transportes ahora se estructura a través de dos servicios que prestan los ayuntamientos de forma voluntaria —la ley no les obliga—, además de un servicio interurbano con una frecuencia de una hora y con varias paradas en cada uno de los municipios. Pasará a haber un servicio urbano común, aunque esto ya se estaba estudiando antes de plantear la fusión de los municipios, en el marco de la mancomunidad.

Futuro impacto

Financiación. El municipio resultante recibirá un 10% más de financiación por parte del Estado de lo que recibían los anteriores núcleos por separado. Además, tendrán preferencia en las convocatorias de subvenciones públicas durante los próximos cinco años.

Aunque no está contemplado en la ley, y pensando en el reparto de los fondos europeos asociados a la covid, el Gobierno central se ha comprometido a considerarlo como municipio de más de 50.000 habitantes desde el mismo día siguiente al referéndum, sin necesidad de esperar a que el proceso culmine, algo previsto para el año 2027. Aunque el aumento de población les obligaría, en principio, a hacerse cargo de la gestión del transporte colectivo urbano y del medio ambiente urbano, la ley exime a los municipios fusionados.

Economía local. El estudio encargado por los ayuntamientos a la Universidad de Extremadura sobre el impacto de la fusión, clave para decidir iniciar el proceso, prevé que la nueva ciudad se convierta en el primer núcleo municipal de la región en los sectores agrícola y ganadero, y en el segundo polo económico de la provincia de Badajoz. Entre las mejoras más notables, destaca el aumento de población universitaria, de la renta de los hogares y el incremento del I+D+i.