Doncic adiestra con genio la rabia de Irving y Durant en un duelo vibrante

Doncic adiestra con genio la rabia de Irving y Durant en un duelo vibrante

Cuando vierte toda su rabia en el juego, en la pista, allí donde no levanta discrepancias sino sólo admiración, Kyrie Irving es capaz de postrar el mundo, ese cree que es plano, a sus pies. El astro, maravilloso una noche más con 39 puntos, no dejó de brillar. Igual que Kevin Durant, el sol constante de Brooklyn. Ocurre que entorno a ellos levitó el base universal, Luka Doncic, que no sólo deslumbró él, 41 puntos, sino que hizo brillar a los demás con unas fantásticas 14 asistencias ante las 4 de Kyrie y las 5 de Kyrie además de 11 rebotes frente a los 7 de Irving y los 3 de Durant. Y los Dallas Mavericks eclipsaron en la prórroga a los Brooklyn Nets (129-125), encendidos porque les sigue sin funcionar eso de montar constelaciones de estrellas -1 triunfo y cuatro derrotas-, por la ira de Steve Nash con las decisiones arbitrales pasadas. 

Fue la revolución de un desafiante Irving con un acto de rebelión final para que la pareja de ‘bad guys’ de los Nets iniciara la treta que dio paso al tiempo extra. Defendido por Kyrie, Doncic, muy pillo, a falta de 12 segundos, custodiaba la bola de espaldas para matar el crono. Ben Simmons, de villano a héroe imprevisto, como el ladrón que te roba a punto de entrar en casa, irrumpió en la sombra, robó la cartera y se la entregó a Kevin Durant para el mate final del alero (112-112). 

Doncic delegó en la prórroga con 4 puntos y hasta 4 asistencias y triples de Reggie Bullock, Tim Hardaway Jr. y Maxi Kleber hicieron capitular a unos Nets competitivos pero derrotados de nuevo. Si el esloveno brilla con asistencias es, también, porque sus compañeros le iluminan. Nada que ver los hasta 54 puntos que aportó el banquillo de Dallas -todos con dobles dígitos salvo Facundo Campazzo con los 18 de Hardaway J.r como más destacados-, con los escasos 25 del de Brooklyn, con David Duke Jr. como el único que llegó a los 10 tantos.

El partido fue un absoluto y desencadenado éxtasis ofensivo desatado por el propio Doncic y Durant e Irving, por encima su talento de cualquiera de las soluciones tácticas propuestas por Nash y Kidd. Lo de Luka en el primer cuarto fue un abuso de su poderoso físico conducido por sus pies de bailarín. Autoritario, el ex del Real Madrid, 13 tantos y 2 asistencias en este primer parcial, hizo valer su superioridad física en el poste ante Irving y Patty Mills y, cuando, recibió 2×1, supo encontrar a Christian Wood (11 tantos) y JaVale McGee (8) en la pintura. El esloveno era la explicación del 23-30 del primer cuarto. 

Al banquillo el esloveno la mayor parte del segundo parcial, Dallas se sintió solo y se sumió en el caos, acumulando pérdidas y fallos en el tiro que despertaron a los Nets, intensos y marchosos con sus quintetos rápidos, con el japonés Yuta Watanabe como secundario de Durant con dos triples tras los 9 puntos del americano. Brooklyn se divertía a la carrera, y se llegó a poner 8 arriba (51-43) a falta de cinco minutos para el descanso. La vuelta de Doncic en el tramo final puso las cosas en orden para los Mavericks (61-59), que supieron vivir bien sin el esloveno el año pasado (10-10). 

Con 15 puntos del base tras la pausa, se volvieron a escapar los de Texas (90-84), pero otra vez los Nets se agarraron a la ausencia de Luka para reavivar el entusiasmo del Barclays Centre, coincidiendo el mejor momento de Irving, con 13 puntos, con el de Durant, con 10, más incómodo en la segunda parte con los 2×1 que le planteó Dallas en el poste. Aunque de nuevo casi imposible de neutralizar, la defensa de Ben Simmons –7 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias-, resultó la solución más eficaz para contener al genio esloveno, limitado a 4 puntos en el último parcial antes del robo final al esloveno que forzó la prórroga, en la que el base sufrió un intento de agresión desde la grada. 

Pero el triunfo final fue para Luka Doncic. Aunque la temporada todavía en pañales, Sus registros actuales, promediando más puntos que minutos –36 tantos, un 50% en tiros de campo, 9,5 rebotes y 9,3 asistencias en 36 minutos-, le mojan de momento la oreja a los del año pasado -28,4 puntos, 45,7% en lanzamientos, 9 capturas y 8,7 capturas de canasta-. Doncic, todavía en búsqueda de su límite a sus 23 años, quiere llevar su excepcional rutina a una dimensión aún superior. 




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