La NBA sigue recibiendo una de cal y otra de arena. Cuando sus planes de reanudación parecen avanzar, el coronavirus golpea a base de realidades epidemiológicas. Dos jugadores de los Phoenix Suns no identificados por parte de la franquicia han dado positivo por la COVID-19 esta semana, un hecho que ha obligado al equipo a cerrar sus instalaciones de forma preventiva.
El estado de Arizona es uno de los focos de contagio más elevados actualmente en Estados Unidos, con más de 2.000 casos nuevos reportados a diarios la última semana.
Mikal Bridges, Elie Okobo, Frank Kaminsky III, Dario Saric, Jevon Carter, Aron Baynes, Jalen Lecque y Cheick Diallo son los jugadores que han participado en los últimos entrenamientos voluntarios que la franquicia había organizado en el Arizona Veterans Memorial Coliseum, según una información del periódico Arizona Republic.
Precisamente desde este martes, los equipos habían recibido el visto bueno de la liga para juntar a cuatro jugadores en las mismas instalaciones y al mismo momento, un avance que parece haber tenido consecuencias directas en el caso de los Suns.
Según Adrian Wojnarowski, de la ESPN, un equipo de la conferencia Oeste también detectó cuatro positivos la semana pasada, y las franquicias se preparan para recibir una oleada de positivos ahora que la liga ha empezado a realizar pruebas diarias a los jugadores.
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