Draymond Green es una máquina multiusos para Steve Kerr y los jóvenes Golden State Warriors, que vencieron por 130-121 a los Charlotte Hornets una semana después del incidente del jugador contra el mismo equipo que le costó la victoria a los suyos.
Green, que acabó expulsado tras perder el control de sus emociones a segundos del desenlace del último choque entre ambos equipos, se redimió anoche con un partidazo de 11 puntos, 12 rebotes y 19 asistencias, la mejor marca de su carrera.
“No diría que fue una venganza, sería demasiado”, comentó el polémico e intenso jugador ante los medios. “Salí a pista y corregí mis actos. Intenté hacer todo lo posible para ganar, no podía olvidar lo del fin de semana pasado”.
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Green sumó su triple-doble número 25 con la franquicia, el primero de esta temporada, y sigue ampliando su récord personal que lidera las estadísticas históricas del equipo.
Stephen Curry añadió 29 puntos y 8 asistencias tras perderse el último enfrentamiento entre ambos equipos y Kelly Oubre Jr. se cebó a pases de Green para terminar con 27 tantos y 6 rebotes.
Una vez más, el novato James Wiseman destacó para Golden State con 16 puntos y 4 rebotes, mientras que Andrew Wiggins terminó con 17 tantos a pesar de su tiro irregular.
Los Hornets apenas actuaron como asistentes en el encuentro y siempre fueron a remolque en el marcador. Terry Rozier, con 24 puntos, y LaMelo Ball, con 22 tantos y 6 asistencias, fueron los líderes del quinteto titular visitante, que contó con la colaboración de Malik Monk con 25 puntos desde el banquillo para no descolgarse en el marcador.
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