La opinión general apunta a que Mikel
Merino es el jugador de la temporada, lo que en la NBA se llama el MVP (Most Valuable Player), el más regular. Y ahora lo ratifican los números. El centrocampista navarro encabeza la clasificación que elabora Mundo Deportivo Gipuzkoa computando la puntuación de cada futbolista en todos los partidos oficiales. Sumando los 45 que ha disputado la Real entre Liga y Copa, Merino alcanza los 98 puntos y gana por dos a Mikel
Oyarzabal, que estuvo a punto de hacerse con el galardón por tercer año consecutivo. Cierra el podio Zubeldia con 90 puntos y el top 5, Isak (88) y Odegaard (86).
Son los realistas que más han despuntado este año y que con mayor regularidad han conseguido marcar las diferencias. Merino se ha distinguido al final porque ha mantenido una línea de absoluta fiabilidad que le han convertido en el futbolista más insustituible del equipo. Ese nivel lo ha conseguido sujetar en estos 11 partidos tras el confinamiento. Algunos compañeros despuntaron en momentos puntuales, pero tuvieron ciertos altibajos.
Remiro: Buen estreno
Remiro consiguió asentarse en la meta tras comenzar en el banquillo gracias a una actuación creciente. Buenas paradas y extraordinario juego de pie. Tras el parón y su positivo, perdió el tacto con el cuero y fue relegado al banquillo.
Moyá: Garantía total
Imanol echó mano de él para proteger a Remiro al inicio y al final y el portero mallorquín respondió con su aplomo y buen hacer habituales. Sólo se le puede consignar el fallo en la no salida ante el Granada. Garantía. Pendiente de renovar.
Zaldua: Voló muy alto
Su nivel anterior a la pandemia era espectacular. Un auténtico ciclón. Comenzó algo dubitativo y ciertos problemas musculares le impidieron recuperar todo su nivel en la recta final en un año con pocas ausencias por lesión.
Gorosabel: Buena solución
Gorosabel se ha asentado como una alternativa de mucha altura para el lateral derecho, como atestigua su renovación hasta 2024. Las veces que le ha tocado sustituir a Zaldua lo ha hecho con poderío y en partidos de alto copete. Opción de futuro.
Aritz: Líder en la zaga
Le ha costado tener un rendimiento regular por las lesiones, otro año más. Cuando ha gozado de continuidad, ha demostrado ser el líder de la zaga y uno de los realistas más carismáticos. Volvió al carril ante el Espanyol y dio el centro del 2-1.
Le Normand: La revelación
La Real se ha sacado de la manga un central para mucho tiempo. Ha sido el componente del eje de la zaga más regular y consiguió lo que parecía imposible, dar nivel en el puesto de central izquierdo. Renovado hasta 2024, ha sido la revelación.
Llorente: Maquillaje final
Padeció lo indecible como central izquierdo y salió, como en años anteriores, en la fotografía de muchos goles en contra por fallos en la entrega o penaltis realizados. Su gran final de curso maquilla un tanto una temporada mediocre.
Monreal: Necesario poso
Ha dado un poso y una seguridad notables al flanco izquierdo. Se notó cuando tuvo que ausentarse. Sus tantos ante el Atlético y el Valencia contribuyeron además a dos victorias fundamentales. Una de las grandes incorporaciones.
Aihen: Un paso atrás
La competencia de Monreal y algún error puntual han oscurecido su labor en la que tenía que ser temporada de consolidación tras su debut del pasado curso. Mucho más presente en la Copa del Rey, ha sido más asiduo en el final liguero.
Illarramendi: Año en blanco
Illarramendi se ha pasado el año entre la camilla y los entrenamientos en solitario. Se lesionó de gravedad en la jornada 3 y no pudo volver, aunque lo intentó tras el confinamiento. Sus eternos problemas arrojan muchas dudas sobre su futuro.
Zubeldia: Consolidado
Otro de los que volvió del parón con menor chispa tras una temporada de crecimiento total en la que destacó tanto de pivote como de central izquierdo. Un tipo fiable al 100%, que acapara mucho campo, toma decisiones correctas y auxilia al resto.
Zubimendi: Lúcida eclosión
Una de las grandes noticias del curso. Jugó los últimos cinco partidos como titular porque se lo ganó en el verde. Ejerció con autoridad por delante de la zaga llevándose el cuero en las disputas y con personalidad y vocación ofensiva a la hora de jugar el balón.
Guevara: Muy presente
Con Zubimendi le ha salido una competencia estelar al comandante Guevara, cuya participación y aportación fue muy superior a la que se esperaba en un puesto con varios inquilinos. Gran estreno hasta que se rompió la tibia.
Merino: Brilla el conde
El curso del conde Merino ha sido magnífico. Ha sido el realista de la temporada, con un rendimiento y una influencia en el juego del equipo espectaculares. Busca a sus colegas en vertical, se las lleva todas de cabeza y marca goles.
Sangalli: Ensombrecido
Es lo que tiene ser el sustituto de un jugador como Odegaard, que lo juega todo y a un excelente nivel. Siempre cumple el donostiarra con su ingrata tarea. Decisivo con su doblete en el duelo copero en Ceuta, se lesionó para la ‘rush’ final liguero.
Odegaard: Magia vikinga
Odegaard ha exhibido un nivel de juego y un compromiso a la altura de muy pocos. Su otoño, en el que pudo desplegar toda su magia, fue brillante y ha terminado jugando con severas molestias por su lesión de rodilla. Destello de magia.
Zurutuza: Agur con sordina
Zurutuza se ha ido sin hacer ruido y casi sin jugar. En los tres ratos que ha estado en el campo no ha podido dejar el recordatorio del gran jugador que ha sido durante los 11 últimos años. Su despedida sin público fue un tanto triste.
Portu: El generador
La tacada final de 11 partidos empañan un tanto su deslumbrante campaña de estreno. Llegó al parón como el más propenso generador de goles, con siete tantos y ocho asistencias, pero no pudo engordar sus estadísticas tras el parón por el COVID-19.
Januzaj: Erigido en héroe
Le costó entrar en el equipo primero y luego influir, pero después de enero, mes en el que pudo salir, dejó su huella y acabó siendo el héroe con su tanto que dio el sexto puesto en las postrimerías del choque ante el Atlético. Su talento es infinito.
Willian José: Agur frustrado
Terminó siendo el ‘Pichichi’ liguero del equipo con 11 goles y vital con su aportación, pero la temporada de Willian José será recordada por su salida frustrada primero al Tottenham y luego al Barcelona y sobre todo por negarse a jugar ante el Espanyol.
Isak: El volcán sueco
Isak es una mina de oro. Su irrupción en la Real y en LaLiga ha sido apoteósica. Sus goles permitieron a la Real llegar a la final de Copa y crecer en Liga cuando tuvo que sustituir a un Willian José, con la cabeza en otro lugar. 20 años y un futuro inabarcable.
Oyarzabal: La bandera
Con los primeros capitanes desactivados por lesión, tiró del carro con calidad, ímpetu, corazón y carisma. Con algunos altibajos en su aportación, firmó dobles dígitos en goles (10) y asistencias (11), mérito que sólo Messi, el mejor del mundo, rubricó en Liga.
Barrenetxea: Sólo chispazos
Se ha visto demasiado poco de Barrenetxea porque la competencia le envió a la sombra. No obstante, ha dejado constancia de su talento, con chispazos de magia, en sus escasas apariciones, como en el Camp Nou o ante el Granada en Anoeta.
Näis Djouahra: Esperanzador
Fueron apenas 30 minutos, pero muy aprovechados por Näis Djouahra. Por fin debutó el galo en Getafe y causó estragos por su velocidad y habilidad para el regate contra el Granada. Dio una asistencia a Oyarzabal y otros balones de oro.
Source link