El 1×1 del Atlético ante el Leipzig

OBLAK Batido

Poco pudo hacer el esloveno en los dos goles que encajó el Atlético. El primero, porque el cabezazo de Dani Olmo fue inapelable. Y en el segundo, porque el balón tocó en Savic para despistarle. Imposible.

TRIPPIER Tímido

Apenas subió por su banda en el primer tiempo, más preocupado de defender que de atacar. Se le vio algo inseguro atrás. Se animó algo más en la segunda mitad, pero no estuvo acertado. Impreciso.

GIMÉNEZ Serio

El uruguayo fue de los mejores del equipo, yendo bien en los balones por alto. Intenso, como siempre. Acabó de delantero, buscando ganar un balón a la desesperada. No hubo manera.

SAVIC Impetuoso

Quedó herido en la primera mitad tras un choque con Holstenberg. Brecha, venda… y a jugar. Muy serio. Siguió a buen nivel en la segunda parte, pero fue penalizado por el balón que tocó en él para convertirse en el segundo del Leizpig.

LODI Impreciso

No fue el mejor partido del brasileño. Subió la banda siempre que pudo, poniendo un buen balón a Carrasco en el primer acto, pero el resto de centros no encontraron destinatario.

KOKE Cambiado

Comenzó en la banda derecha y acabó en el doble pivote. Ahí se vio una mejor versión del vallecano, pidiendo siempre el balón y tratando de generar juego, pero tampoco fue su noche. Como la de todo el equipo.

HERRERA Invisible

Mala primera parte del futbolista mexicano. No ayudó para generar juego y no llegó a tiempo a la presión. Se marchó al banquillo antes de la hora de juego. Apenas aportó.

SAÚL Perdido

No se encontró cómodo en ningún momento. No se le puede reprochar nada en cuanto al carácter, pero con Herrera no supo, y luego tampoco dio un paso adelante. Lo dejó todo en el campo.

CARRASCO Incisivo

Fue el mejor jugador del Atlético sobre el terreno de juego hasta que ingresó Joao Félix. Lo intentó siempre, unas veces con más acierto que otras, pero al menos, dio la cara y buscó siempre la meta contraria.

LLORENTE Voluntarioso

El madrileño comenzó como segundo punta y acabó en banda. Le puso ganas, pero poco acierto con el balón en ambas posiciones. No fue el jugador decisivo que acostumbraba a ser tras la gesta de Anfield, aunque tampoco debería ser su rol.

DIEGO COSTA Sacrificado

Se fajó en la presión y en la pelea con los centrales alemanes, pero no tuvo espacios para explotar su velocidad. Se fue del campo sin disponer de una sola ocasión de gol.

JOAO FÉLIX Revulsivo

El portugués dio oxígeno al Atlético cuando peor estaba. Su entrada en el campo fue un soplo de aire fresco. Quiso la pelota y provocó el penalti que él mismo transformó para empatar el partido. Su cara al final del choque, un poema.

MORATA Sin tiempo

Tuvo 20 minutos. Entró por Diego Costa, pero le pasó lo mismo que al delantero hispano-brasileño. Sin ocasiones de gol. Peleó como acostumbra, pero no fue suficiente.

FELIPE Desesperado

Salió para tratar de ganar un balón por alto en el ataque. Sin éxito.


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