A comienzos de agosto, Jamie Spears, padre de Britney Spears, accedió a dejar la tutela con la que, desde hace 13 años, controla, entre otras cosas, las finanzas de la cantante. Pero el camino hacia la libertad total de la cantante se presenta largo y no exento de obstáculos. El último de ellos es que su progenitor quiere recibir dos millones de dólares —unos 1,7 millones de euros— antes de dejar de ejercer la custodia legal, algo para lo que, hasta el momento, no existe una fecha definida. Así lo ha asegurado el abogado de la artista, según publica The Guardian, quien asegura que su clienta, de 39 años, “no será extorsionada”.
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“El descarado intento del señor Spears de intercambiar la suspensión y eliminación [de la tutela] a cambio de aproximadamente dos millones en pagos, además de ya cosechados del patrimonio de la señora Spears por parte de él y sus asociados, no tiene posibilidades de éxito”, ha añadido el letrado, Mathew Rosengart, en el escrito judicial presentado este martes. El pasado julio, por ejemplo, salió a la luz que Jamie Spears gastó 1,5 millones de euros de los fondos de su hija en su defensa para mantener la custodia legal.
Por el momento, según señala el diario británico, el representante del padre de la artista no ha hecho comentarios al respecto, aunque en anteriores ocasiones ha defendido su actuación y el manejo de las finanzas de la cantante. El documento presentado por el abogado de Spears es un anexo a la petición que ya realizó el pasado julio en nombre de la artista para el fin de Jamie como tutor, algo que se abordará en una audiencia el próximo 29 de septiembre. “La única pregunta ante el tribunal que, lamentablemente, se ha dejado de hacer durante años es si la pronta suspensión y expulsión del señor Spears es lo mejor para los intereses de Britney Spears”, dice el documento presentado por Rosengart, en el que agrega que “la respuesta inequívoca es ‘sí”.
Hace tan solo un mes y medio que Rosengart ejerce como abogado de Britney Spears después de que esta consiguiera elegir a su propio defensor, algo que fue interpretado como una primera victoria de la cantante en la batalla legal que mantiene con su padre. Desde el primer momento, el letrado se mostró dispuesto a cumplir la voluntad de su clienta y nada más hacerse con el cargo expresó en Twitter que tanto él como su equipo se estaban moviendo “de manera rápida y agresiva para presentar una petición con el fin de eliminar a Jamie Spears de la tutela, a no ser que él renuncie voluntariamente antes”.
Y así ocurrió. El pasado 12 de agosto el progenitor comunicó que accedía a la petición de su hija de que renunciase a la tutela y que pretendía trabajar con el tribunal para asegurar “una transición ordenada a un nuevo tutor”. Un testigo que pasará, según se reflejó entonces en los documentos oficiales, después de que se resuelvan “varios asuntos pendientes en los tribunales”. Jamie Spears, de 68 años, cobra 16.000 dólares —más de 13.400 euros— mensuales por ser el guardián legal de su hija.