El presidente de la Generalitat valenciana y secretario general del PSPV, Ximo Puig, ha formalizado su candidatura para optar a la reelección del cargo en el partido de los socialistas valencianos. “Un inmenso honor representar al socialismo valenciano. Es hora de la respuesta a la peor crisi que hemos conocido. Convicción, diálogo y determinación”, ha escrito en su cuenta de Twitter.
El PSPV celebra el 14º congreso del partido el próximo mes de noviembre. De momento, la de Puig es la única candidatura y, en principio, no está previsto que ningún otro socialista trate de optar a ese liderazgo. De haberlo, la primera vuelta de la votación se celebrará el 26 de septiembre. Y, en el caso de que fuera una necesaria una segunda, será el 3 de octubre. Sin embargo, la remodelación del Gobierno de Pedro Sánchez, en la que decidió prescindir del ministro valenciano José Luis Ábalos y la salida de este de la secretaría de Organización del PSOE, hacen presagiar que no habrá contienda. Pese a que Ábalos ha contado siempre con un segmento dispuesto a plantarle cara a Puig, los últimos movimientos, tanto en el Ejecutivo como en el partido en Madrid, han diluido la fuerza y las ganas de estos a iniciar una batalla que, al menos desde fuera, se veía perdida aunque sí con la posibilidad de arañar puestos en la futura dirección de los socialistas valencianos. El plazo para presentar candidaturas se cierra a las 20 horas.
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Ximo Puig ha atajado, además, cualquier desequilibrio que pudiera provocar en el Gobierno Valenciano y, por extensión, en el partido, la salida del vicepresidente segundo del Consell, Rubén Martínez Dalmau (Podem) que la semana pasada anunció su intención de abandonar el Ejecutivo. Aunque alegó el fin de una etapa, el mar de fondo han sido las desavenencias con la nueva coordinadora general de Podem, Pilar Lima y la intención de esta de controlar no solo la parte orgánica de la formación sino también el grupo parlamentario y el puesto que ocupan en la Generalitat tras el pacto del Botánico. Ante la posibilidad de una crisis de Gobierno o con sus socios de legislatura, Ximo Puig ha elegido la solución rápida. Ha aceptado la renuncia y el candidato que propone Podemos.
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