El Alcorcón alargó su estado de forma pletórico al ganar 1-0 al Girona gracias a un tanto de Arribas a falta de muy poco para el final. El encuentro, plano y sin juego fluido por parte de ninguno de los dos conjuntos, evidenció una vez más los problemas de los de Francisco.
El Girona y el Alcorcón se enfrentaban en Santo Domingo con estados de ánimo opuestos, los madrileños reforzados por las dos victorias consecutivas tras la llegada de Anquela y los de Francisco, con el sabor agridulce de no encontrar la regularidad.
Plano y sin alternativas en ataque se fue demorando el primer tiempo para los dos conjuntos, con mayor respeto de lo esperado entre unos y otros. En el Girona, la acción más peligrosa fue un remate de cabeza de Bárcenas en la pequeña, pero el panameño se encontró a Dani Jiménez muy encima y el guardameta pudo evitar el tanto.
El partido llegó al descanso con el mismo resultado con el que empezó y esto fue gracias a que Marc Gual desaprovechó un penalti por manos absurdas de Samu Saiz dentro del área. El catalán, ex del Girona, mandó el balón al travesaño.
Tras la reanudación, la tónica no varió demasiado, pero fue el Girona quien quizás fue algo más insistente, aunque con pocos recursos e ideas. Gumbau no acertó a la hora de rematar, al igual que Mamadou, que pese a lanzarse al suelo para llegar al centro de Calavera, le faltaron algunos centímetros para llegar a hacer el primero.
El Alcorcón no había aparecido en campo contrario en todo el segundo tiempo, pero le bastó con hacerlo una vez para llevarse los tres puntos. Arribas recogió un rebote dentro del área para, con algo de fortuna, acabar logrando el único gol del partido.
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