El ambicioso proyecto de los Timberwolves se tambalea aún más en Toronto

El ambicioso proyecto de los Timberwolves se tambalea aún más en Toronto

El ambicioso proyecto de los Timberwolves se debilitó un poco más en Toronto después de llevarse otro durísimo golpe, donde más duele, con la lesión incierta de Anthony Edwards. Resistente al juego a impulsos de los Raptors, Minnesota se desplomó entre el final del tercer cuarto y el último parcial de un partido igualado (122-107) para seguir expuesto a la intemperie, en ese apretado Oeste en el que todo puede pasar. El dúo Siakam – VanVleet se llevó por delante la voluntad y el orden que mostraron en muchos momentos los Wolves, con 28 puntos para el pívot y 27 para el base, afinando de cara a ese play-in del Este en el que insiste el conjunto canadiense en ir.

Minnesota corre el serio riesgo de seguir atrapado en el limbo, ni arriba, ni abajo, contendientes ni equipos sin aspiraciones, ni una cosa ni la otra, su frustrante zona de confort durante años y años. En verano dieron todo, tiraron la casa por la ventana que diría aquel, para traer a Rudy Gobert de Utah: Malik Beasley, Patrick Beverley, el ex azulgrana Leandro Bolmaro -ahora en el Tenerife-, Walker Kessler y Jarred Vanderbilt, más cinco ‘picks’, cuatro de ellos de primera ronda. 

Un proyecto grandioso por la ambición y el tamaño, el de la imponente pareja Rudy Gobert – Karl-Anthony Towns que apenas ha empezado a conocerse, lesionado de la pantorrilla el dominicano desde noviembre. El póster de promoción, rasgado casi desde el inicio.

La inminente vuelta de Towns -los Wolves han actualizado su estado ya al de día a día-, significa, más que nunca, la ilusión a la que agarrarse como la vida con la pérdida de Edwards. Le toca a Chris Finch, entrenador de Minnesota, desempolvar el plan de las ‘Torres Gemelas’ sobre el que se iba a edificar un proyecto todavía a tiempo de evitar ser declarado como ‘fallido’. 

“¿Cómo va a cambiar el juego del equipo cuando podamos poner juntos s Rudy y Karl-Anthony? Es la gran pregunta. Nos gustaron cosas de lo que vimos los 20 primeros partidos. Necesitamos otro anotador, aunque jugadores como Naz Reid y Jaden McDaniels han dado un paso al frente. En la manera que Gobert y Towns sigan haciendo crecer su juego, se pueden complementar, pero es frustrante no saber cuándo va a poder ser. Espero que tengamos el suficiente tiempo para ajustarlos”, respondió Finch a MD sobre el encaje del dominicano y el francés. 

Un Gobert que dejó su firma de siempre en Toronto, su doble-doble de puntos y rebotes, con 14 puntos -6/8 en tiros-, y 12 rebotes, más que superado el agobio de críticas de principio de temporada entre su difícil adaptación a Minnesota y su suspenso en la final del Eurobasket tras ser sometido a las trampas tácticas de Sergio Scariolo y la selección española.

Como a veces no hay mal que por bien no venga, el ‘encierro’ de Karl-Anthony Towns en la enfermería ha traído el destape definitivo de Naz Reid, ese pívot no drafteado que se ha ganado los piropos públicos del mismísimo LeBron James. Garantía para suplir a Gobert cuando el galo descansa, Reid dio todo un recital de exuberancia, abundante en números, máximo anotador de los Wolves pese a partir desde el banquillo con 22 puntos en 20 minutos -8/10 en tiros-, exhibiendo potencia, velocidad y versatilidad ofensiva y defensiva el ‘center’ de 23 años y 2,06. 

También hizo lo suyo Jaden McDaniels en ambos lados de la pista, 18 puntos en su caso, mientras Jordan McLaughin tuvo un papel destacado en la dirección con 8 asistencias, pese a que añora Minnesota algo más en la posición de base tras la marcha de D’Angelo Russell a los Lakers en el pasado mercado en esa operación a tres bandas con los Jazz.

Aunque sigue aportando -12 puntos ante los Raptors-, y su experiencia es impagable, Mike Conley ya está lejos de sus mejores días. En términos deportivos, ‘chirrió’ el traspaso de Russell pero con el contrato de Gobert no podían ofrecerle una extensión en condiciones al base, que va a ser agente libre en verano y necesitaban sacar algo por él.

Con sólo dos apariciones en playoffs desde que los Wolves de Kevin Garnett llegaran a las Finales de Conferencia en 2004 -ambas con eliminación en primera ronda y sin poderlo conseguir en los buenos años de Ricky Rubio-, aumenta en Minnesota el riesgo de archivar otro intento, el riesgo de seguir en la frustrante monotonía.




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