El análisis de Imanol Etxeberria del partido del Athletic en Valladolid


Ambientazo para un partido con ingredientes suficientes como para hacerlo atractivo. Todo el mundo quiere jugar estos partidos con las aficiones entregadas por los suyos y los tres puntos siendo mas que un preciado botín. La importancia de los puntos para los dos equipos en esta altura de la temporada ha querido que pucelanos y bilbaínos se hayan jugado muchas opciones de sus objetivos particulares en el día de ayer. Locales por la permanencia y visitantes por una plaza europea. En estos casos no suele ser fácil jugar por la presión de lo que está en juego. Se necesita tener tablas para leer bien estas situaciones y que la ansiedad y la precipitación no se adueñen de uno. No son partidos de disfrutar durante los 90’. Después sí, terminado el choque los vencedores saborean ya sin tensión todo el esfuerzo.

Es el caso del Valladolid que ha hecho sus deberes y se ha deshecho del Athletic prácticamente en la primera media hora de juego. Con un inicio intenso y mucho mejor plantados en el campo que los rojiblancos, han conseguido adelantarse con un golazo en la definición de
Waldo
con un obús directo a la escuadra de
Iago
que poco pudo hacer. Gran desgaste de los de pucela que poco dejaron hacer a los leones en esta primera mitad. Sorprendente la actitud visitante sobre todo con lo que había en juego. A veces estas cosas pasan, mal momento cuando todo se termina. Sorprendente la alineación, aunque ahí el míster es el que maneja la información y sus decisiones lógicamente van en beneficio del equipo poniendo a los que mejor ve o entiende que mejor lo van a hacer para ese momento.

Lo cierto es que se han visto dos mitades distintas. La primera del Valladolid, con más ambición en busca de los tres puntos y su salvación y la segunda mas visitante, con gente como
Raúl
, generando bastantes ocasiones que no juego. Por oportunidades no será porque las tuvo y buenas con buenos remates sobre todo uno de
Raúl
con gran intervención de
Masip
y otra de
Núñez
al palo. Anteriormente otra de
Muni
y
Willy
sin fortuna.

Generando poco lo cierto es que los rojiblancos tienen sus opciones en cada partido y les permite estar vivos siempre en el marcador. Aunque no se puede regalar nada a estas alturas porque en primera lo aprovecha cualquier equipo. Les ha costado mucho entrar en el partido y para cuando ha llegado la reacción ya tenían el marcador en contra.

Agonía continua en el último tramo del partido para el Valladolid metidos atrás defendiendo su tesoro, como el anillo de
Frodo
. Achicar agua y dejar pasar el tiempo agotando opciones rivales sus máximas aspiraciones ya con la gasolina en la reserva. Un par de sustos que casi paran el corazón de mas de un aficionado y con el pitido final bocanada de aire fresco para seguir soñando con el “Sí se puede” coreado desde la grada.

A todo esto,
Mateu
con su forma de arbitrar y con su libreto particular. Dialogante en exceso, perdiendo mas tiempo él mismo que los propios jugadores. Aplicando su propio reglamento y alargando la mala racha del Athletic cada vez que él les pita. Bien en lo esencial pero mal en lo poco importante pero que sumándolo, lo hace insoportable. En la Champions no se relaja tanto.

Oportunidad perdida para asaltar los puestos grandes de la tabla, ahora a pelear por el séptimo puesto que viendo como está todo hay que mirar por todos lados pues se aprieta todo a falta de 6 puntos. El Celta, próximo rival, también se la juega como los de ayer, tenemos que aprender de esta. El Sevilla, ante el que se jugará el último partidodel campeonato a domicilio no será nada fácil, ya que ellos terminan en casa, donde llevan una pésima racha de resultados y donde además se jugarán puestos europeos.

Toca remangarse otra vez, como lo han venido haciendo, y afrontar estas dos finales como lo que son, opciones de plaza europea. Pase lo que pase ya tienen el aprobado con todo lo vivido este año. La pena es que, teniéndolo ahí mismo, se pueda escapar en el último momento. Un voto de confianza.


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