El arbitraje, la madre del Cordero


Adrián
Cordero
Vega centrará gran parte de los focos esta noche en el Coliseum. Los arbitrajes, calamitosos en algunos casos, sufridos por la Real desde el confinamiento y su extraña designación dirigirán a su figura miradas, análisis y críticas de todo tipo. Su actuación será seguida con lupa.



El cántabro, de 36 años, ha dirigido cuatro veces a la Real en sus casi dos temporadas en Primera. Con él al silbato, los txuri urdin suman una victoria, dos empates y una derrota. Números no excesivamente llamativos. Sin embargo, su designación para esta noche tiene un punto desconcertante: es el segundo partido que pita a la Real desde que se reanudó LaLiga.

Cordero
Vega pitará hoy en el Coliseum su tercer encuentro desde el confinamiento. Dos de ellos, con el equipo txuri urdin sobre el césped. Una circunstancia extraña. El santanderino arbitró el encuentro entre Real y Osasuna con el que el fútbol regresó a Anoeta. Un partido en el que los de Imanol
Alguacil no pudieron desplegar su mejor fútbol y sólo pudieron sumar un punto (1-1).

El atasco txuri urdin fue la principal causa del patinazo, pero el gol de Osasuna tuvo cierto velo de duda. Cordero
Vega pitó penalti en una mano de Le
Normand a un centro lateral. El galo tocó el cuero de forma involuntaria, si bien es cierto que la mayoría de acciones de ese perfil se están castigando. Lo que más controversia generó fue el posible empujón de Cardona al central galo, que comete la infracción tras verse ligeramente desequilibrado. No es una jugada clara, pero la decisión fue en contra de los intereses realistas.

Cuatro goles decisivos

El penalti contra Osasuna hubiese quedado en el olvido de no ser uno más de una lista de agravios que crece desde que se reanudó la temporada, especialmente en los dos últimos encuentros. Es la madre del cordero, tocayo del colegiado de esta noche. En los cuatro partidos disputados desde que finalizó el confinamiento, la Real se ha puesto por detrás en el marcador a causa de una acción, cuando menos, polémica.

Si ante Osasuna fue la posible falta a Le
Normand que desemboca en penalti a favor de los rojillos, en Vitoria el Alavés se adelantó con un gol que el juez de línea había señalado fuera de juego y que el VAR corrigió. Es casi imposible determinar si Magallán estaba en línea con el tacón de la bota izquierda de Zurutuza.

Contra el Real Madrid, Estrada
Fernández pitó penalti de Llorente en una caída de Vinicius. No hay una imagen clara del contacto. 0-1. El gol incomprensiblemente anulado a Januzaj o la posible mano de Benzema en el 0-2 remataron la faena.

Por último, Prieto
Iglesias señaló el punto fatídico cuando Aspas se dejó caer al notar el roce de la mano de Llorente. Cuatro goles clave, seis penaltis en los últimos seis partidos, un árbitro que repite días después… La mosca sigue detrás de la oreja txuri urdin.


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