El arma secreta de los equipos vascos


La próxima temporada, los equipos vascos volverán a alcanzar su tope en la máxima categoría. El regreso de Osasuna volverá a situar en cinco la cantidad de equipos de Euskal Herria presentes en Primera División. En esta ocasión, a la presencia de ‘los cinco’ se añade una peculiaridad: todos ellos tienen entrenadores vascos y euskaldunes.

El programa ‘Katebegia’ de Euskal Telebista nos ofreció la oportunidad de conocer la otra cara de todos ellos, la que va más allá de lo futbolístico. Durante su alocución, mostraron su orgullo por representar a los equipos de su entorno (el que más lejos de su casa trabajará es Arrasate, a 135 kilómetros de Berriatua), las connotaciones que ello conlleva y la responsabilidad que supone para ellos ser el altavoz de su lengua materna, el euskera.

Es conocido por todos el incidente que tuvo Gaizka
Garitano en Almería cuando, siendo entrenador del Eibar, abandonó la sala de prensa al ser interrumpido por un periodista mientras daba respuesta en euskera al informador de Euskal Telebista. El ahora técnico del Athletic recuerda que “lo hice porque no me dejaban hablar en euskera”. A raíz de aquel suceso, “he pensando en hablar sólo en euskera”, confiesa. José Luis Mendilibar, por ejemplo, asegura no haber tenido “nunca ningún problema” al expresarse en su idioma en las salas de prensa fuera de Euskadi, mientras que Imanol Alguacil recuerda que, siendo jugador en Cartagena o Jaén “tenía compañeros vascos y hablaba con ellos en euskera y siempre me he sentido respetado”.

Quizá el que más tiempo ha pasado fuera de Euskal Herria es Asier
Garitano, que recuerda que durante su larga travesía por el Levante y Madrid le llamaban ‘el vasco’. Arrasate sólo ha tenido una experiencia en Soria lejos de casa y para él ser euskaldun “lo es todo, es un orgullo”.

Y además de un orgullo, lo que se convierte en momentos determinados la condición de euskaldun es en un arma secreta. Imanol
Alguacil confiesa que “para que no te entiendan los rivales hay veces que lo empleas”. Gaizka
Garitano también cree que “es la forma más directa cuando está cerca el técnico o un jugador del otro equipo y no quieres que comprenda lo que dices”.

Apenas tiene la oportunidad de experimentar esa sensación Mendilibar en el Eibar, puesto que “el año pasado sólo tuvimos dos de casa”. Y aunque él es el primero que acepta que “los jugadores vascos te dan otra cosa, porque sabes que estarán bien en los entrenamientos y son trabajadores”, el técnico de Zaldibar cree que esto se trata “de hacer un equipo y ahí da igual que sean de casa o de fuera”. Todos coinciden de pleno al referirse a las cualidades que aporta el jugador vasco: “Si tenemos algo en común es que hacemos un trabajo de equipo”, dice Arrasate. Gaizka
Garitano coinciden en que “tenemos un mayor compromiso hacia el equipo. Todos somos importantes como jugador, pero los vascos vemos la fuerza del equipo por encima de nuestros propios intereses y eso el entrenador lo agradece”. Asier destaca que “tenemos mucha disciplina”, que “hablamos poco, peor lo que decimos, lo hacemos”, mientras que para Imanol
Alguacil, el rasgo diferencial es la “seriedad y el trabajo”.

Con todas esas armas pelearán los cinco equipos de Euskal Herria en Primera División por lograr que, durante una campaña más, el 20% de la Liga sea euskaldun y, como decía Arrasate puedan “demostrar que tenemos una buena relación y que el fútbol vasco tiene buena salud”


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