El Atalanta estrenará este domingo en el partido de la Serie A contra el Lecce el Gewiss Stadium, su nueva casa, a la que llega tras seis intensos meses de obras de remodelación que le entregaron un coliseo que entrelaza el pasado con el futuro.
El histórico estadio polideportivo Atleti Azzurri d’Italia, que albergó los partidos del Atalanta desde 1928, fue modificado para convertirlo en una instalación moderna, únicamente dedicada al fútbol y adecuada para dar un paso más en el crecimiento vertical del equipo de Bérgamo.
Tras clasificarse dos veces consecutivas para la Europa
League, en 2017 y 2018, el Atalanta se hizo un hueco entre los más grandes de Italia el curso pasado, al acabar tercero y al sellar el billete para la primera Champions League de su historia.
Unos brillantes resultados deportivos a los que se suma el trabajo del presidente del club, Antonio Percassi, para proporcionar al equipo instalaciones de primer nivel, tanto en el centro deportivo de Zingonia como en el estadio.
Percassi pagó al Ayuntamiento de Bérgamo en 2017 unos 8,6 millones de euros para hacerse con la propiedad del estadio Atleti Azzurri d’Italia y trabajó, junto a la compañía de arquitectos “De8 architetti”, para presentar un plan de remodelación del coliseo que tomara en cuenta el legado histórico de la instalación y los nuevos estándares tecnológicos.
Las obras, que acabaron este mes la primera de las tres fases de remodelación, se concentran principalmente en los dos fondos pues las gradas este y oeste del estadio están protegidas por el Ayuntamiento de Bérgamo por razones históricas y no pueden ser alteradas de forma significativa.
Los arquitectos de “De8” derrumbaron el pasado 7 de mayo el fondo norte del coliseo, quitaron la pista de atletismo y edificaron una nueva grada perfectamente adyacente al campo, en la que hay 9.100 asientos.
El estadio pasará de ser olímpico a tener una planta rectangular, al estilo inglés, y cuenta con los más modernos estándares de seguridad, con siete distintas vías de acceso en el solo fondo norte.
Las obras, cuyo precio rondará los 40 millones de euros, fueron realizadas rápidamente porque la Liga de la Serie A no permitía al Atalanta disputar más de dos partidos oficialmente como “local” lejos de su coliseo, destacó el director operativo del club, Roberto Spagnolo, en declaraciones facilitadas por el Atalanta.
“Mi preocupación nació al principio, cuando pedimos disputar tres partidos como local fuera de casa. No nos lo permitieron y eso nos obligó a recortar otras tres semanas el tiempo de las obras. Tuvimos que superar todo tipo de problemáticas sin superar los tiempos”, explicó, repasando lo ocurrido de mayo a la actualidad.
“Lo hicimos por las ganas y la pasión de los que trabajaron en el estadio”, añadió Spagnolo.
El Atalanta disputó los últimos dos partidos como local de la pasada temporada en el campo del Sassuolo, el Mapei Stadium, mientras que su casa en las primeras dos jornadas de esta Serie A fue el Tardini de Parma. Mientras que los partidos de la Champions los ha disputado en San Siro.
El nuevo Gewiss Stadium contará con 22.512 asientos y albergará este domingo a las 15.00 locales su primer partido frente al recién ascendido Lecce decidido a reforzar su tercera posición liguera.
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