El Athletic de las dos caras, fuera y en casa


Empezamos a hablar del Athletic de las dos caras: el de casa y el de fuera. No es bueno, ni novedoso. La historia del club rojiblanco está salpicada de episodios como el que estamos viviendo ahora.



Grandes partidos en San
Mamés y bastante peores fuera de casa. Yo no sé si tiene algo que ver aquello de “como en tu cama no duermes en ningún lado”, pero parece que la vida se traslada al fútbol con suma facilidad. Nos guste o no, en los cuatro partidos que llevamos de Liga la evidencia es esta. Los leones fuera de su guarida no muerden tanto y son menos fieros. En La Catedral, por contra, el rugido es letal.

Getafe supuso el primer test lejos de Bilbao. La entidad del equipo madrileño condicionó el análisis posterior y dimos como bueno lo visto allí. Quizás ahora podamos hablar de oportunidad perdida. Es cierto que el resultado fue bueno, pero si se hubiese apostado un poco más los tres puntos quizá estarían aquí.

Otra cosa bien distinta fue lo sucedido en Son Moix. Allí el grupo no supo o no pudo. El partido estaba marcado en rojo porque ganar en Mallorca era dar tres pasos adelante. La sensación es que no se ejecutó el plan como se debía. El rival era un recién ascendido, con lo bueno y malo que ello, pero había que haber hecho mucho más. No vale lo de que el equipo la tuvo en el penalti de
Aduriz
. Hasta ese momento los locales habían dispuesto de más y mejores ocasiones y el resultado justo se aproximaba más a la derrota que a la victoria o el empate.

Sobre el asunto de la pena máxima,
Aduriz
es un futbolista muy grande como para dudar si estaba preparado o no. Lo de las emociones lo dejamos para otro día, estuvo dos años en el Mallorca, no más. Que le regalen una camiseta y que en el fondo del campo pongan una pancarta no es para que la cabeza no te funcione. Yo lo tengo claro: no lo tiró bien y punto.

El domingo ante el Alavés nueva oportunidad para disfrutar en casa y continuar con los buenos resultados. Los números son muy buenos por los puntos y por los goles encajados: solo uno.


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