El Athletic pincha en Liga en plena cuesta de enero

El Athletic pincha en Liga en plena cuesta de enero

El Athletic de los contrastes. Los leones se han descolgado del vagón europeo de la Liga al mismo tiempo que se subían a todo tren en el de la Copa. Las dos caras de una misma moneda en plena cuesta de enero.

Mucho se ha hablado de la metamorfosis experimentada por el equipo de Valverde del cruce de cuartos de final ante el Valencia en Mestalla del pasado jueves al del cierre de la primera vuelta del torneo de la regularidad ante el Celta en Balaídos de este domingo. Los leones se impusieron con claridad en el primero y cayeron merecidamente por la mínima en el segundo. La diferencia entre uno y otro énvite, por muchas vueltas que se le quiera dar al asunto, radicó en la efectividad de cara a portería.

En Mestalla acertó primero Muniain y después, nada más empatar el Valencia, Nico Williams estableció el 1-2 ante un equipo que no levanta cabeza en lo que va de nuevo año. El decorado en Balaídos podría haber variado de forma radical si Berenguer llega a rematar un poco más a la derecha el balón que estrelló contra el palo en el minuto 33 con 0-0 en el marcador. El cuero no entró en la portería local y la reacción celeste llegó tras el descanso.

Los cambios introducidos por Carvalhal tuvieron mucho que ver en ello. El técnico luso cambió a su doble pivote. Tapia y Óscar se quedaron en el vestuario en el intermedio y salieron en su lugar Beltrán, un jugón, y Strand Larsen, un delantero centro de los de toda la vida. Gabri Veiga, ariete hasta entonces junto a Iago Aspas, bajó así al centro del campo.

Valverde, por su parte, retiró a Ander Herrera, que estaba dando pausa y poso al fútbol del Athletic, para meter en su lugar a Sancet. El navarro no acabó de encontrar su sitio en el campo. El Celta, con una presión más adelantada, empezó a comer terreno a un equipo rojiblanco que empezó a sufrir en defensa.

Strand Larsen, a modo y manera de Sorloth en Anoeta, complicaron la vida a Yeray y Vivian, sobre todo en el juego aéreo. La solidez defensiva de los leones empezó así a resquebrajarse. De medio del campo hacia delante, por otra parte, nadie tiró del carro. Todo era cuestión de tiempo o de que apareciera en escena el hasta entonces desaparecido Iago Aspas. El esta vez capitán del Celta aprovechó la que tuvo para, en una acción marca de la casa, sentenciar la contienda.

Al Athletic le pasó contra el conjunto celeste, salvando las distancias, algo similar a la acontecido frente al Madrid. Si Benzema hubiese vestido de rojiblanco aquel domingo, los puntos se hubiesen quedado en San Mamés. Con Aspas y en Balaídos, tres cuartos de lo mismo.

La cuesta de enero en Liga para el Athletic llega a su fin con un balance de un punto sobre doce posibles. El tren de Europa se aleja.




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