El regreso de público ha convertido Anfield en un lugar de peregrinación excitante. En su vuelta al estadio, la hinchada del Liverpool acude entusiasmada a contemplar cómo su equipo ha renacido vigoroso y contundente esta temporada. Los carteles de todo vendido han sido una constante en lo que va de curso. Esta noche, para recibir al Atlético (21.00, Movistar Liga de Campeones), las gradas volverán a componer un rojo intenso sin claro alguno. El mismo paisaje sobre el que los rojiblancos lograron en marzo de 2020 eliminar al que era el vigente campeón de la competición. Fue la gran noche de Marcos Llorente y también el último partido con aficionados en las gradas que se disputó en Inglaterra antes del primer gran confinamiento.
Tras un año discreto, los fans agradecen la tormenta ofensiva que vuelve a dirigir el mesiánico Jürgen Klopp. Un festival de ataques en oleadas y ráfagas de disparos que han elevado el promedio de remates de 15 a 20 de un año a otro. De ese torrente de fútbol ofensivo ha emergido la mejor versión de Salah que se recuerda. “Creo que será un partido con la misma intensidad que el de la ida. El Atlético no juega amistosos, así que no deberíamos esperar eso. Tal y como está el grupo ellos necesitan puntuar, pero jugamos en casa, con nuestra gente”, advierte Jürgen Klopp, que no podrá contar con Naby Keita ni con Milner. “Sí estarán Fabinho y Thiago”, anunció el preparador alemán.
Frente a ese aluvión de ocasiones y goles que genera el Liverpool, el Atlético de Simeone comparece necesitado de puntos y mermado por las bajas de Lemar, Marcos Llorente y Kondogbia, por lesión, y de Savic y Griezmann por sanción. “Pero estén tranquilos, vamos a competir seguro”, espetó el preparador rojiblanco a la prensa. “Los entrenadores influimos y en la ida, cuando Klopp tuvo que corregir su planteamiento en el segundo tiempo metiendo a Fabinho, fue porque les superamos en el primer tiempo”, dijo el Cholo, que acostumbra a rebelarse cuando toman a su equipo por inferior.
Sin Griezmann, João Félix, Correa y Luis Suárez, se perfilan como el trío atacante. El uruguayo regresa a la que fue su casa antes de fichar por el Barcelona. Con 36 años, por el estilo y el alto ritmo de juego que imprime el Liverpool está ante la clase de partidos que cuestionan si está o no para disputarlos, si la velocidad y los desmarques del brasileño Cunha no son más propicios para estos duelos de altas revoluciones en los que el Liverpool suele encerrar al rival en su campo. Con todo, en Anfield el respeto que causa Luis Suárez es reverencial. “Todos sabemos que es un gran futbolista y que dio muy buenos momentos aquí. Sus partidos fueron fantásticos y los aficionados le reconocerán lo que hizo para este club. Yo mismo aprendí mucho de él”, ensalzó Henderson, capitán del Liverpool. “Ellos se defienden muy bien y utilizan con maestría el contragolpe”, prosiguió Henderson.
Klopp, también consciente del peligro del Atlético, reflexionó sobre las últimas actuaciones de su equipo: “El 0-5 contra el Manchester United no quiere decir que seamos perfectos y el 2-2 con el Brighton en casa no quiere decir que tengamos graves problemas, pero tenemos que defender mejor”.
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