El Atlético se atasca en Getafe y reduce su colchón

Para el
Atlético de Madrid
ya no quedan partidos normales. Con un tercio de la competición apenas por disputarse, como líder de LaLiga durante más de media temporada, y con dos rivales como el Barça y el Real Madrid, a un margen estrecho, cada cita ya tiene visos de finalísima para los de Simeone.

Y la realidad es que este Atlético lleva ya un buen tramo de temporada sacando muchos partidos sin esa holgura de la fase inicial del curso. Normal por otro lado. Los kilómetros pesan, las bajas también han pesado en un tramo de campaña. Y ya nos encontramos con una zona de competición en el que todo cuesta más.

Getafe-Atlético de Madrid, en imágenes

La mala noticia es que el Atlético se va a encontrar muchos partidos así en lo que queda de competición. Y la peor que, en el choque ante el Getafe, no dio una sensación de superioridad tranquilizadora, sino más bien de, como viene sucediendo demasiadas veces en los últimos tiempos, de moverse en el alambre. En muchas ocasiones salió cara… pero ya no puedes fiarte a sacar los partidos con un margen tan escaso. Si el Barça vence este lunes habrá recortado dos puntos. El Real Madrid ya lo hizo tras su victoria ante el Elche.

El acoso final rojiblanco puede dejar la tentación de hacer una análisis maniqueo del partido, pero la realidad es que hasta que no estuvo en superioridad numérica, se atascó en la trampa del Getafe, sin ser mostrar señales de poder desentrañar la madeja. Luego ya sí, con uno más, en los últimos 20 minutos, el Atlético pudo haberse llevado unos puntos vitales. No lo hizo y el colchón se ve reducido. El margen de error, cada vez es menor.

Este partido era especialmente importante porque entre semana se había dado un paso adelante con el triunfo ante el Athletic y con este resultado se ha retrocedido. Si los de Simeone acaban siendo campeones de Liga, que sería la enésima proeza de este equipo, lo será sudando sangre. Pero nadie esperaba lo contrario, ¿no?

La primera noticia del partido llegó desde el mismo once inicial, con la apuesta de Saúl
en el once en vez de Thomas Lemar. Que Joao
Félix no estuviese entre los elegidos de inicio una semana más no era ya novedad, sobre todo en este tramo de temporada en el que el luso ha pasado ser más suplente que titular.

El Atlético salió determinado a intentar resolver el partido lo antes posibles. Estamos en un tramo de temporada muy complicado, en el que los partidos se cierran mucho más porque todo el mundo tiene muchas necesidades. Si golpeas duro y primero, es posible que esos rivales que de otra forma se enconarían, se relajen. Si no, los partidos se vuelven un lodazal como sucedió en el Alfonso Pérez.

Y los rojiblancos lo intentó con varios balones colgados de Carrasco que ni Giménez ni Suárez pudieron traducir en gol, pero sobre todo con un gran desmarque del belga al que vio Correa, y que disparó cruzado abajo para que Soria se luciese.

El Getafe tenía bien estudiado a su rival, intentaba enjaular la jugada estándar de Llorente, descolgándose por la derecha. Y atacaba con criterio por su banda izquierda, sobre todo gracias a Cucurella, muy vehemente en sus acometidas. Arambarri disparaba desde lejos, Olivera tenía un balón llovido en el área que no acertaba a rematar…

Un arranque inicial que dio paso a un tramo de juego atropellado, con continuas interrupciones, sin ritmo, con infracciones de un Getafe que sabía como evitar que el Atlético pudiese hacer efectivas sus virtudes. No fue casi hasta el final de la primera mitad cuando el partido se movió algo, con algún disparo de Carrasco, un Getafe que llegaba hasta los tres cuartos con la impresión de que podía inquietar aunque no terminaba de hacerlo.

El primer acto acabó con el Getafe cerca de marcar, con un disparo desde fuera del área de Carles
Aleñá que despejó Jan
Oblak, pero el balón quedó suelto, lo recogía Maksimovic que simulaba un penalti de forma grosera, pero se levantaba, centraba al corazón del área para que el Cuchu rematase en semichilena, alto.

ATASCO CENTRAL; JOAO, AL CAMPO

El equipo azulón generó una zona medular con una gran aglomeración de jugadores y cubrió bien las bandas. Una circunstancia que hizo que en el primer acto, Koke no pudiese catalizar como suele el juego. Apenas Correa en alguna ocasión pudo meterse por el centro y arrojar luz en ataque. También evitó caer en esas pérdidas de balón en tres cuartos que generasen robos y salidas muy verticales de los colchoneros. Lo evitó con las dos líneas de defensa y medio muy reculadas.

Estaba claro que el Atlético necesitaba clarividencia en esa zona, que la apuesta más física de Saúl no había funcionado. El Cholo introducía a Joao
Félix por el ilicitano, en el intermedio. Y el arranque de segunda mitad con otra intención. Un disparo de Llorente en el área tras buena jugada de Carrasco, que fue sólo un fogonazo porque el Getafe comenzó a ganar los balones divididos y a meter en apuros a Oblak. Primero con un centro de Cucurella que sacó Hermoso cuando Aleñá ya estaba para embocarla. Luego, con un fallo flagrante de Giménez en la salida de balón, que terminaba con un disparo a bocajarro de Cuchu Hernández.

Una circunstancia que hizo que Simeone cambiase el dibujo al introducir a tres jugadores. Pasó a un dibujo 4-4-2, con Dembélé como compañero de Suárez arriba; con Lodi de lateral izquierdo y Lemar de interior.

El partido entró en un tramo final en el que el Atlético se vio en superioridad numérica tras la expulsión de Nyon. El jugador del Getafe pisaba el tobillo de Lodi y, tras revisión del VAR, acababa en las duchas antes de tiempo.

Paradójicamente, el equipo local se acercaba con más peligro que su rival. Un disparo desde la frontal de Aleñá que sacaba Oblak, una jugada en la que Dembélé derribaba a Maksimovic en el área y que tenía mucha pinta de penalti…

Por cierto que el francés, más allá de esa jugada que pudo complicar mucho a los suyos, dejó muy buenos minutos. Desde los cumplidos que le hizo el Cholo al del Lyon, tras la cita del Chelsea, no se le había visto el pelo en tres partidos. Y resulta que es un jugador que le puede dar cosas. Un remate en escorzo que casi acabó en gol y que no lo hizo gracias a un paradón del meta local, otro cabezazo, una pared con Joao que acabó con un trallazo del luso que detuvo abajo Soria…

Hasta el final el Atlético lo intentó de todos los colores, rozó el gol ganador con un disparo llovido de Suárez al palo. Y Soria se hizo el héroe de los suyos, con un paradón a Lodi en un disparo a bocajarro, por ejemplo.

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