El Atlético tendrá que comprar a Morata


Con la salida del Antoine Griezmann del Atlético de Madrid, el panorama en la delantera colchonera queda más despejado. Si había alguna duda, que eran pocas, respecto a qué debía hacer el cuadro colchonero con Álvaro Morata, la cuestión del francés ha despejado cualquier tipo de dudas. El Atlético tendrá que comprar al madrileño para asegurarse un delantero ‘top’ en la primera plantilla, a expensas de lo que pueda suceder con Diego Costa, cuyo futuro no está definido al 100% y que dependerá de la volátil voluntad del de Lagarto.

En el caso del delantero del Chelsea, el Atlético tiene claro que tendrá que afrontar la cláusula de compra este mismo verano a pesar de que no era obligatoria. Y ello por dos cuestiones. Una, como golpe de efecto por lo sucedido con Griezmann. Pero la otra por la propia situación del club inglés, sancionado por la FIFA con no poder fichar en varias ventanas de mercado por irregularidades en la contratación de jugadores.

El contrato firmado por el Atlético con el Chelsea tenía varios escenarios. Uno era el de que el Atlético comprase al final de este curso al jugador, por un montante algo superior a los 60 millones de euros. El otro era que lo hiciese en verano de 2020, cuando acababa la cesión de año y medio pactada, y entonces el desembolso a hacer era de 45 millones de euros nada más. Pero claro, la situación se ha complicado tanto en estas semanas, con la sanción al Chelsea y la marcha de Griezmann, que el margen de maniobra colchonero no es mucho.

Eso sí, cuenta con la ventaja el Atlético de tener los 96 millones de euros que dejará el francés en las arcas, que no sólo irán a parar a financiar parte del fichaje de un nuevo delantero, sino también a pagar el de Álvaro Morata. Porque, entre otras cosas recordemos que, de no hacerlo y siempre contando con que el Chelsea no quisiese recuperarlo, aún así, el equipo colchonero tendría que seguir pagando la parte proporcional de lo que costó su fichaje al Real Madrid (que superó los 66 millones de euros más objetivos). Es decir que también supondría un esfuerzo económico.

El jugador, por su parte, no tiene dudas de que desea seguir en el Atlético. “Nos ha cambiado la vida”, repetía su entorno hace poco más de una semana. El futbolista y su familia están encantados con vivir en Madrid y jugar de rojiblanco, donde Álvaro ha recuperado el nivel futbolístico y la estima de su afición. Tener que regresar a Londres, donde fue muy criticado en la última etapa de su estancia, sería un duro palo para él.

En cuanto al Chelsea, parece que no tiene intención de forzar su regreso, aunque hay que ver qué sucede en casos como el de Hazard. De todas formas, el equipo inglés tiene 22 jugadores cedidos que puede repescar, entre los que hay atacantes como Batshuayi, que está en el Cristal Palace; Moses
(Fenerbahçe), Nathan (Atletico Mineiro), Piazón (Chievo), Tammy Abraham (Aston Villa) o Christian Pulicic, del Borussia Dortmund.


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