El Banco Sabadell anuncia un nuevo recorte de plantilla


El Banco Sabadell ha comunicado este lunes a los representantes de los trabajadores su intención de iniciar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que incluya un mecanismo de prejubilación, de bajas incentivadas y un plan social de recolocación. La entidad se ha negado a cuantificar las salidas, a la espera de la reunión que mantendrá con el comité de empresa el próximo jueves, pero prevé ejecutarlas durante lo que queda de año.

No obstante, el ajuste podría afectar a entre el 10% y el 13% de la plantilla en España, compuesta en la actualidad por en torno a los 15.000 trabajadores, lo que elevaría las salidas a entre 1.800 y 2.000 empleados, según fuentes conocedoras de la negociación.

Este nuevo ajuste de empleo se suma al que la entidad presidida por Josep Oliu ya pactó con los sindicatos a finales de 2020 con la salida voluntaria de unos 1.800 trabajadores, que se produjo efectivamente en el primer trimestre del 2021. Sabadell ya anunció un plan de ahorro de costes de 100 millones de euros durante la presentación de su plan estratégico para 2021-2023, si bien ese plan no se refería a los posibles costes de las prejubilaciones y el plan de recolocaciones que tiene previsto llevar a cabo el banco presidido por Josep Oliu, que está en plena remodelación interna.

El nuevo ERE afectará tanto a los empleados de la red de sucursales, cuya desaparición se ha acelerado con motivo de la pandemia, como a Servicios Centrales, inmerso en nuevos procesos para ganar eficiencia, dentro del plan de digitalización.

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El nuevo ajuste ha sido comunicado este lunes a los trabajadores y se prevé que el próximo jueves, día 2 de septiembre, la dirección del Sabadell detalle la afectación y el calendario previsto a los representantes sindicales. En el comunicado enviado a los trabajadores, la entidad expresa “la firme voluntad de llegar al mejor acuerdo posible con los representantes de los trabajadores, que sea beneficioso para todos y ofrezca el mejor escenario de futuro a las personas afectadas”.

Rechazo sindical

Desde CC OO se ha rechazado el ERE. “No hay razones para plantear un ERE en Banco Sabadell”, se sostiene. Entre los argumentos, se apunta que se han dado 200 contrataciones en el 2021, lo que demuestra que falta más plantilla, que ya se viene de un ajuste y que no concurren causas económicas -la entidad tiene beneficios- ni técnicas ni productivas u organizativas. En caso de que el ERE salga adelante se pide que sea sin salidas traumáticas, a través de acuerdos de prejubilaciones anticipadas y jubilaciones. “Actualmente hay 2.000 personas mayores de 55 años” en la entidad, apuntan en el sindicato.

En el plan estratégico presentado en mayo, la entidad afirmó que acometería una reducción de costes anual de unos 100 millones de euros, en la que se incluía una reducción de plantilla. La anterior reducción de plantilla permitió ahorrar 141 millones de euros, lo que permite pensar que la cifra que actualmente se tiene en cuenta permitiría una reducción de en torno a 1.200 empleos. Fuentes del banco, sin embargo, defienden que entre esos costes estimados de reestructuración se cuentan otras partidas.

Ese plan de negocio era la carta de presentación de César González-Bueno, que aterrizó como consejero delegado del grupo en marzo, después de que fracasara la absorción con el BBVA y analistas y accionistas demandaran un cambio de línea para poder mantener el marchamo de banco mediano independiente. Bueno se hizo con las riendas del grupo después de que Oliu renunciara a una presidencia ejecutiva, tal y como la había tenido, y estableció su propia cúpula directiva.

Para preparar esa nueva etapa, el banco elevó al máximo las provisiones y dejó su beneficio en mínimos. Y han cambiado la hoja de ruta: nada de centrarse en volúmenes ni en tamaño y sí en rentabilidad, de forma que puedan subir una cotización bursátil que andaba deprimida. En ese periodo las acciones han subido un 42% y las ganancias han mejorado. El Sabadell registró un beneficio neto de 220 millones en el primer semestre de este año, un 51,5% más respecto al mismo periodo del año anterior, cuando su producción hipotecaria superó niveles prepandemia, aumentando un 15% en el último trimestre.

La cuestión es, si en el actual contexto de concentraciones, puede mantenerse en solitario o deberá asumir la integración en alguna otra entidad, después de haber analizado con BBVA, Popular y Kutxabank. De momento el plan estratégico nació con una duración de tres años. El horizonte de bajos tipos de interés no ha cambiado y también está por ver cuál será el impulso definitivo de la economía en la actual coyuntura de pandemia.


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