El Barça no tendría problemas para acabar la Euroliga en verano


Nadie sabe todavía qué pasará con el futuro de las diferentes competiciones de baloncesto de esta temporada pero el Barça se ha cubierto las espaldas. El equipo azulgrana no tendría problemas técnicos para jugar este verano si la pandemia del coronavirus lo permite ya que, al haber sometido a un ERTE (pendiente de la aprobación de la autoridad laboral) a sus jugadores y cuerpo técnico, los contratos que acaban el 30 de junio se extenderían por la duración en que han sido suspendidos.



Así lo recoge el Decreto-Ley 9/2020 del 27 de marzo de medidas complementarias, en el ámbito laboral, para paliar los efectos derivados del COVID-19. Esta norma, de aplicación a todos los trabajadores afectados por ERTEs, alcanza obviamente también a un buen número de deportistas cuyos clubes se han acogido a dicho instrumento de regulación temporal del empleo.

Aunque desde el Barça se asegura que ese tema no está ahora sobre la mesa y que, cuando se aborde, se enmarcará en una decisión global del club, lo cierto es que este Decreto-Ley aporta seguridad a clubs como el azulgrana, que ahora sabe que podrá contar más allá del 30 de junio con los jugadores que acababan contrato en junio o sobre los que hay una cláusula de corte a final de temporada. En cuanto al Barça, en el primer grupo están el escolta estadounidense Kyle Kuric y el base canadiense Kevin Pangos, mientras que el club dispone de opción de corte sobre Ante Tomic, Pau Ribas, Pierre Oriola y Malcolm Delaney. El base estadounidense también tiene una opción por su parte para liquidar su contrato.

Esta medida es importante para los clubs españoles que disputan la Euroliga (Barça, Real
Madrid, Valencia y Baskonia) y la Eurocup, donde solo queda en liza el Unicaja, pues estas competiciones se plantean seriamente finalizar en julio o agosto. Al resto de equipos en principio no les afecta, pues los implicados en la Champions League (Casademont Zaragoza, San Pablo Burgos e Iberostar Tenerife) ya saben que su competición no se reanudará hasta septiembre y el resto de equipos estarán parados salvo que la ACB cambie su actual posición, que es la de no acabar la Liga Endesa más allá del 30 de junio.

El Baskonia, que también ha presentado una solicitud de ERTE, estaría en la misma situación que el Barça, mientras que Real Madrid, Valencia y Unicaja se encuentran en una posición más complicada. En su caso, si siguieran sin presentar un ERTE deberían llegar a acuerdos con sus jugadores que acaban contrato en el caso de que Euroliga y Eurocup acabaran jugándose más allá del 30 de junio.

Cada país es una historia diferente

Los ERTEs españoles pueden ayudar a la Euroliga a diseñar un final de temporada en verano si la pandemia del coronavirus remite y las autoridades lo permiten. El problema es que la máxima competición continental depende de la reglamentación laboral de otros nueve países además de España. No hay forma de llegar a un acuerdo global con todos los jugadores de la competición, como reconocían hace unos días desde la asociación de jugadores de Euroliga (ELPA).

“Ahora todo va a depender de las cláusulas de los contratos individuales y de las leyes laborales nacionales pues aún no tenemos un acuerdo colectivo en la Euroliga”, apuntaba hace unos días Bostjan Nachbar, director de la ELPA, en una entrevista de El País. “Pienso que sería difícil competir más allá del 30 de junio, pero no imposible. Los jugadores entenderán que, para recuperar los salarios perdidos, la temporada puede alargarse un poco más de lo previsto antes del Covid-19. En ese caso, los contratos de los jugadores también se ajustarán en consecuencia”.


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