Tiene ahora una cláusula de 100 millones de euros y un contrato hasta junio de 2021, pero justo ahora hace dos años ese compromiso finalizaba en el 2019 y la indemnización estipulada era de sólo ocho millones. Ferran Torres tenía entonces 17 años y el FC Barcelona manejaba unos informes inmejorables que le llevaron a plantearse hablar con el Valencia para comunicarles que estaban dispuestos a pagar la totalidad de esa cláusula.
La operación no se acabó llevando a cabo tanto por el deseo del futbolista y su entorno, que consideraron que era demasiado pronto para abandonar el nido y que el Valencia era el lugar adecuado para crecer, como por el esfuerzo que hizo el club levantino. Primero, la entidad ejecutó una ampliación de contrato unilateral en enero que elevó esa cláusula a 25 millones y propició que el canterano pasara a tener ficha del primer equipo. Unos meses más tarde, aumentó a 100 ‘kilos’ esa indemnización y a junio de 2021 la finalización del compromiso.
Ahora, esa fecha y esa cantidad se han quedado obsoletas. Si el Valencia no logra un nuevo compromiso antes del verano, el joven extremo de 19 años podría afrontar su futuro con varios frentes abiertos. La entidad levantina se vería obligada o bien a venderlo por una cantidad muy inferior a los 100 millones o bien a dejarle marchar libre de cara la campaña 2021-2022. El club de Mestalla hace ya días que trabajo en ello sabedor de que prácticamente todos los grandes clubs del fútbol europeo están al acecho. El Barça le ha seguido de lejos aunque tampoco le ha perdido de vista durante estos dos años que han pasado desde que se planteó ficharlo por ocho ‘kilos’.
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