El Bilbao Basket inicia 2021 con una final

Con las uvas a medio tragar y sin un momento para el respiro en la vorágine del calendario en el que se encuentra inmerso, será el tercer partido en seis días, el RETAbet disputa una final para comenzar 2021. Penúltimo contra último. Los hombres de negro (3-13) reciben al Acunsa GBC (2-14). Sin haber alcanzado todavía el ecuador liguero no vale otra cosa que no sea ganar en un derbi marcado por las urgencias acuciantes (Miribilla, 16.00 horas).

Cogidas de forma individual, las sensaciones que va dejando el Bilbao Basket en partidos sueltos no son malas. Compitió bien contra Unicaja y San Pablo Burgos, son derrotas que se explican por la mayor calidad y profundidad de banquillo de sus rivales. Pero las sensaciones correctas no alimentan. Necesita sumar triunfos en su casillero, sobre todo porque el resto de aspirantes a la permanencia van asomando la cabeza.

Se trata de una jornada importante, por lo que concierne al RETAbet y por el resto de cruces de sus rivales directos. Hoy también se enfrentan Casademont Zaragoza y Coosur Betis, justo los dos equipos que están inmediatamente por encima de los MIB, ambos con una victoria más. Además, el Herbalife Gran Canaria visita al Valencia y el Urbas Fuenlabrada se mide con el Barcelona. Choques de altura, aunque de nada servirá si los dirigidos por Alex Mumbrú no hacen sus deberes. Otra derrota supondría un punto crítico. Por lo que dejarían de sumar y por la vida que darían al Acunsa GBC. Si es crucial para los bilbaínos, para los donostiarras es el no va más.

Pese a todo, Mumbrú rehúye colocar la etiqueta de final al derbi. “Queda mucha temporada por delante, muchos partidos. Pensar que es de vida o muerte… es un partido importante y nosotros tenemos que seguir sumando victorias, sea contra GBC o contra el equipo que sea. Ojalá hubiéramos ganado en Burgos, es importante seguir luchando”, declaró el técnico tras la derrota del martes en el Coliseum.

El conjunto guipuzcoano únicamente figura con un triunfo menos, sin embargo lo transmitido ha sido bien distinto. 12 de las 14 derrotas encajadas a lo largo del curso han llegado por más de 10 puntos. 5 fueron por una diferencia superior a los 20 puntos… y un par de ellas incluso fueron por más de 30. Sin pasar por alto que ha caído en todos sus desplazamientos. Los números dicen que muchas veces le ha costado competir en los encuentros, aunque el contador se pondrá a cero cuando el árbitro lance el balón al cielo de Miribilla.

Los guarismos del Acunsa GBC son contundentes, no solo en cuanto al total de triunfos. También es, con diferencia, el peor ataque de la competición con una media de 70,4 puntos por compromiso. El del Bilbao Basket, estando también en la parte baja, es de 79,3. Pero no se queda ahí la cosa, ya que los donostiarras presentan el peor porcentaje de triples (31%) y en lanzamientos de dos (45%). Un cúmulo de estadísticas que le llevan al farolillo rojo.

Es de suponer que Hakanson sea duda hasta última hora, aún no ha jugado desde que se torció el tobillo en Zaragoza y el RETAbet lo ha acusado. Su baja ha generado una descompensación que ha provocado un efecto dominó, dañando toda la estructura del equipo al perder la rotación en la dirección. Rousselle se carga de trabajo y de minutos, Brown le echa un cable pero se acaba perdiendo entre funciones y a Jenkins le toca asumir un papel protagonista cuando apenas lleva un par de telediarios por Bilbao. La vuelta del base sueco supondría un alivio para Mumbrú. Eso sí, igualmente necesitará mejorar en defensa. Aumentar el nivel de intensidad y que las desconexiones, de producirse, no se prolonguen en el tiempo.

Pintan bastos para los hombres de negro observando la clasificación, pero no todas las estadísticas son negativas. La parte buena es que el Bilbao Basket ha ido ganando las citas en las que se ha visto con el agua al cuello ante rivales directos. Compitió bien y cantó victoria en sus visitas al Betis y al Fuenlabrada a pesar de las adversidades reinantes. Cierto es que ahora necesita retomar el ‘efecto Miribilla’, aunque sea sin gente en las gradas. Son cinco tropiezos consecutivos como locales, no gana en ACB desde el 3 pasado de octubre ante Obradoiro. Año nuevo, vida nueva.


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