El regreso a la competición todavía es incierto. El Real Madrid, al igual que el resto de equipos profesionales, sigue entrenando por su cuenta con la idea de regresar a la competición lo antes posible y de la mejor manera. Para ello, los blancos, siguen procesos individualizados en los que se les controla, entre otros aspectos, la dieta y el peso y, por el momento, el proceso es incómodo pero efectivo.
Y es que el Real Madrid no se olvida de que, sea cuando sea finalmente la vuelta a la competición, le quedan deberes por hacer si quiere cerrar el curso con un título en sus vitrinas. El más factible, es el de Liga, donde le separan solo dos puntos con el FC Barcelona. Antes del parón, el Real Madrid se quedó a las puertas de jugar su partido de liga frente al Eibar.
El primero de los once compromisos que le quedaban al campeonato. Era también el último antes de resolver la complicada eliminatoria europea ante el Manchester City que marcaría el devenir de los blancos en Champions y que aún está por resolver.
A partir de entonces, al Real Madrid le restan una serie de partidos de Liga, de los cuales ya han expirado su fecha cuatro de ellos (Valencia, Real Sociedad, Mallorca y Espanyol). Y que, en caso del regreso de la competición, se deberían jugar en un plazo determinado y, previsiblemente, más corto que el previamente acordado. Tras estos duelos llegarían los establecidos ante Getafe, Athletic Club, Alavés, Granada, Villarreal y Leganés, el último, que tendría que ser como visitante.
Así pues, al Real Madrid le quedaría un calendario más o menos asequible, sin grandes rivales en el horizonte como Barcelona, Atlético o Sevilla, pero sí con equipos complicados como Getafe, Athletic Club o Real Sociedad. Lo que está claro es que, en el momento en el que regrese la competición, el Madrid empezará dos peldaños por debajo de su rival y que deberá apelar al espíritu de las grandes remontadas tanto en Liga como en Champions.
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