El carburante de MotoGP: viaje al corazón de la Honda RC213V

El carburante de MotoGP: viaje al corazón de la Honda RC213V

Para que la Honda RC213V cruce la línea de meta de MotoGP más rápido, no solo cuenta con chasis y motor -y, por supuesto, pilotos-. Hay un elemento que consigue algo más que una milésima decisiva. Señala también el camino de la movilidad del futuro. Hablamos del carburante, una composición única y mejorada en la que nada es casual, y mucho menos en competición. De hecho, aunque en este artículo abordaremos cómo se crea, vaya por adelantado que, como la Coca-Cola, su fórmula “es secreta”.

Es, como indica María Dolores Cárdenas, Advisor en Product Design en el área de Movilidad y Transición Energética de Repsol, una receta optimizada de componentes y proporciones que tiene un objetivo: “Conseguir las máximas prestaciones del motor diseñado por Honda en las exigentes condiciones de carrera”. Una combinación que se diseña, evalúa y fabrica en el Repsol Technology Lab, el centro de innovación en el que se crean los carburantes de MotoGP para el equipo Repsol-Honda.

En concreto, el carburante se envía desde las instalaciones de Móstoles a todos los circuitos del campeonato de MotoGP (un total de 21 circuitos en 2022) y a las instalaciones de investigación de Honda en Saitama. “Es decir, nos encargamos de todo el proceso hasta que llega el combustible al motor”, añade Cárdenas. En realidad, el viaje empieza bastante antes, pues el proceso de diseño de gasolina de competición conlleva un año de anticipación. “Ahora estamos ultimando el diseño del combustible para la temporada 2023”, concreta.

“En Repsol Technology Lab cuidamos todas y cada una de las etapas del proceso de desarrollo de la gasolina de competición hasta que llega al circuito”


María Dolores CárdenasAdvisor en Product Design en el área de Movilidad y Transición Energética de Repsol

En primer lugar, Honda transmite al Repsol Technology Lab los nuevos requerimientos del motor, los cambios realizados en el diseño o ajustes del control electrónico. Una especie de ‘lista de deseos técnicos’. De esta manera pueden diseñar la gasolina optimizada para el motor y las condiciones que exigen las carreras. “Esta información es el punto de partida para, empleando nuestro conocimiento en combustibles y motores, nuestra experiencia y herramientas avanzadas como la química computacional, desarrollar nuevas formulaciones de gasolina”, apunta Cárdenas.

El siguiente paso es verificar que se cumplen todos los parámetros establecidos en la exigente especificación de calidad de la FIM (con casi 40 parámetros regulados). Una vez verificado, las fórmulas son evaluadas en la pieza clave: el motor mono cilíndrico de investigación de Honda (representa un cilindro de los cuatro del motor de la moto). Como revela Cárdenas, “de este motor, solo existen dos unidades en el mundo, la que tenemos en Repsol Technology Lab y la que tiene Honda en sus instalaciones de investigación de Saitama”.

El mejor de la clase

Que sea el último diseño no significa que sea el mejor, hay que subir ‘nota’. Por eso, desde el centro de innovación se evalúan las nuevas gasolinas y se comparan con la gasolina de referencia: su mejor diseño que Repsol desarrolló en la temporada anterior. Es decir, “la versión que Honda aprobó en la temporada anterior”. Lo explica quien también es responsable de la línea de productos de baja huella de carbono en Repsol Technology Lab: “Los candidatos que superen las pruebas de motor, presentando la mejora en prestaciones requerida, son fabricados en lotes pequeños y enviados a Saitama”.

Allí Honda terminará la evaluación en motor de cuatro cilindros y moto completa en circuito. De esta manera, el equipo Honda-Repsol encuentra o diseña al mejor ‘candidato’. La gasolina que supera todas las pruebas y es validada por Honda, se convierte en el carburante del equipo Repsol-Honda para la siguiente temporada. En ese momento, comienza el proceso de producción de la gasolina en las instalaciones de Repsol Tech Lab, la homologación en el laboratorio acreditado por la FIM y el almacenamiento en las instalaciones de innovación de Repsol en Móstoles, donde esperarán hasta que se envíe a cada circuito.

Carburante a medida

Que no todos los carburantes son iguales suena a frase manida, pero cierta, tanto en carretera como en competición. De hecho, el diseño de carburante para la Honda RC213V ilustra todo lo que se esconde en un proceso de creación que roza la alquimia. “La característica especial de esta gasolina es que está desarrollada a medida para el motor de Honda, para lo que se ha tenido en cuenta las características de su diseño y ajustes electrónicos. Con esto, conseguimos el mejor tándem motor-combustible”, detalla Cárdenas.

“En 2024 el carburante en todas las categorías de MotoGP tenga un origen no fósil mínimo del 40% y un 100% en 2027”

Sabemos cómo se crea el mejor carburante, pero ¿qué es lo que lo hace diferente? María Dolores Cárdenas lo tiene claro: “En Repsol Technology Lab cuidamos todas y cada una de las etapas del proceso de desarrollo de la gasolina de competición hasta que llega al circuito”. Sin olvidar otra gran variable: “Colaborar con una empresa líder en el sector de automoción, como es Honda, y la estrecha relación técnica que mantenemos, nos permite diseñar un combustible de competición diferencial”.

Nada en el carburante de la Honda RC213V es casual, como tampoco es casual que la hoja de ruta de Dorna establezca que en 2024 el carburante en todas las categorías de MotoGP tenga un origen no fósil mínimo del 40% y un 100% en 2027. La movilidad sostenible ha encontrado en la competición en general, y en el Repsol Technology Lab en particular, aliados clave para reducir emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar nuevos niveles de sostenibilidad. “El mundo de la competición nos permite acelerar los ciclos de desarrollo para conseguir el mejor producto”, recuerda Cárdenas.




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