El caudal ofensivo muere en la orilla

El problema está detectado. Otra cosa es si a la Real le va a dar tiempo para aplicar el tratamiento, la terapia de choque, que evite que su participación en la Europa
League termine en la fase de grupos. Para bien o para mal, la respuesta no se demorará. Tendrá lugar el próximo jueves en el nuevo Diego Armando Maradona en la que, ahora sí, se ha convertido en la primera gran ‘final’ de la temporada.

El camino más corto que tiene la Real para clasificarse a los dieciseisavos de final es ganar al Nápoles en su estadio. Sólo le valdrá un empate si el AZ no gana en Rijeka y, por su puesto, si los holandeses pierden. Para poder ser competitivos al sur de Italia y disputarle el partido al equipo de Gennaro
Gattuso, los hombres de Imanol tendrán que elevar sensiblemente su eficacia ofensiva.

Porque en estos primeros cinco partidos de Europa
League el ataque de la Real ha sido un caudal que ha muerto en la orilla. Es difícil de explicar cómo encabezando gran parte de las estadísticas ofensivas de la competición, en algunos casos incluso liderándolas, los txuri urdin son el quinto equipo menos anotador del torneo. Sólo el CSKA
Sofía, el CSKA
Moscú, el Cluj y el Gent han marcado menos goles que los cuatro anotados por los blanquiazules. Únicamente el Cluj llega a la última jornada de la próxima con opciones de avanzar, los otros tres jugarán el partido a título de inventario. Ya están eliminados. Si la Real se mantiene viva, obviamente, es por la gran igualdad que preside en su grupo y por los cerrados marcadores del mismo.

Los corners a favor, un lastre

Son muchos los aspectos del juego ofensivo a los que la Real no está logrando sacar provecho pero llama poderosamente la atención, en especial ahora que el Rijeka le marcó dos goles en sendos saques de esquina, el nulo provecho que los txuri urdin han sacado a los 50 corners de los que han dispuesto. Se dice pronto.

La Real es el equipo de la competición que más tiros de esquina ha dispuesto, diez por partido, sin que ninguno de ellos haya terminado en gol como consecuencia de un remate directo o una segunda jugada. Algo falla en la estrategia.

No es el único apartado del juego de ataque en el que nadie genera más que una Real que, con un 66% de posesión de balón de media, es el equipo que más monopoliza el esférico en la Europa
League. Sabido es que disponer de la pelota ni es sinónimo de ganar partidos ni da puntos pero sí es una herramienta para estar en situación de disparar a gol. Por ejemplo. Hasta en 95 ocasiones lo ha intentado la Real, sólo superado por el Hoffenheim, su ‘alter ego’ en la competición ya que también tiene un 63% de posesión. Es en la calidad de esos lanzamientos donde estriba uno de los problemas ya que sólo 27 han ido a puerta. 37 se marcharon fuera y 31 los bloqueó un defensa.

Los únicos números que valen en este juego son los del marcador pero las estadísticas demuestran la indudable vocación ofensiva de una Real que, eso sí, a diferencia de en la Liga, donde es el máximo goleador, en Europa tiene la pólvora mojada.


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