La contundente derrota encajada este pasado fin de semana en Balaídos ante la Real
Sociedad (1-4) ha dejado muy tocado a Òscar
García en su cargo de entrenador del Celta. Tanto, que diversas informaciones apuntan a que este viernes, en el feudo del Elche, el técnico catalán puede dirigir su último partido desde el banquillo celeste en caso de derrota.
Más allá de las consecuencias que dejó la derrota encajada ante el líder de LaLiga Santander, el resultado dejó una secuela estadística anecdótica: y es que el Celta alcanzó, con los cuatro tantos encajados ante el cuadro donostiarra, la barrera de los 1.000 goles en contra en Primera jugando como local.
En efecto, antes del encuentro ante los de Imanol Alguacil, el Celta sumaba 996 goles encajados actuando como local en su larga trayectoria en la máxima categoría. Pocos podían imaginar que la Real, con sus cuatro dianas, iba a redondear esa cifra hasta los 1.000. Pero así fue, por culpa de los dos tantos de Oyarzábal primero y por el doblete firmado por Willian
José después, que en el minuto 81 firmaba el definitivo 1-4 y redondeaba la cifra de los 1.000 goles recibidos por el Celta en su propio feudo.
El cuadro gallego ha recibido estos 1.000 tantos en 910 partidos ligueros jugados en casa, de los que ganó 463, empató 234 y perdió 213. En esos encuentros, además de encajar 1.000 goles, festejó 1.563 dianas a su favor.
El Celta es el décimo
equipo en la historia de la Liga que alcanza la cifra de 1.000 goles en contra jugando en su propio feudo, por detrás de R. Madrid (1.274 en 1.441 partidos), Barça (1.233 en 1.41), Atlético (1.312 en 1.367), Valencia (1.294 en 1.393), Athletic (1.441 en 1.441), Sevilla (1.215 en 1.263), Espanyol (1.457 en 1.389), R. Sociedad (1.212 en 1.212) y Real Zaragoza (1.090 en 993).
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