El comercio minorista sufrió en enero el golpe de los rebrotes de coronavirus y ‘Filomena’

Dos locales comerciales en Madrid, uno cerrado y otro en liquidación, en agosto de 2020.
Dos locales comerciales en Madrid, uno cerrado y otro en liquidación, en agosto de 2020.VICTOR SAINZ

Los rebrotes de coronavirus, el endurecimiento de las restricciones a la actividad comercial y el temporal de frío y nieve que trajo Filomena volvieron a golpear al comercio minorista en enero. El sector, muy mermado desde el inicio de la pandemia, sufrió una nueva tormenta perfecta que hundió sus ventas un 10,9% respecto a enero de 2020, según ha publicado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE), muy por encima del -0,6% de diciembre.

Se trata del mayor retroceso interanual desde los meses de confinamiento más duro, cuando el desplome fue del 14,7% en marzo, 31,5% en abril y del 20,1% en mayo. En la comparación mes a mes, el desplome de enero fue del 21,8%, el mayor del último año. “El descenso de consumo es generalizado, especialmente por la crisis del coronavirus. Además, las restricciones y el temporal fueron otro lastre más. La situación del comercio es dramática, excepto en alimentación”, explica Pedro Campo, presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC).

De esta forma, tras un año de dificultades, 2021 parece no haber dado una pequeña tregua. Al menos no desde su inicio. De hecho, el retroceso de enero le acerca más a la dramática situación de los meses de confinamiento duro que a los de la tímida recuperación del segundo semestre. Eso sí, algunas mejores que otras, pero siempre en tasas negativas, ya que acumulan con este último dato 11 meses de caídas interanuales. Según el índice que elabora el instituto estadístico, el comercio se situó en enero en el 97,9 (base 2015), el nivel más bajo desde mayo, cuando estaba en el 84,9 tras el zarpazo del coronavirus.

Si se analiza la serie corregida de efectos estacionales y de calendario, la pérdida interanual de enero se suaviza un poco (-9,5%), aunque sigue siendo el peor dato desde mayo. Y en la comparación mes a mes, el impacto de un nuevo repunte de los contagios tras Navidad y el aumento de las limitaciones a la actividad comercial dejaron un -7,6%, cifra que contrasta con el +1,3% de subida mensual anotado en diciembre en la serie corregida del INE. Este es, además, su mayor retroceso desde abril (-19,8%), en pleno confinamiento.

Por productos, los que más sufrieron fueron el equipo personal (-31,6%) y otros bienes (-12,9%), mientras que la alimentación fue la única que mantuvo el tipo y creció un 0,3% respecto a enero de 2020. Y según el modo de distribución, las que más cayeron en tasa interanual fueron las pequeñas cadenas (-20,1%), las grandes superficies (-18,9%) y las empresas unilocalizadas (-11,1%).

Menos ocupación

La ocupación en el comercio al por menor, por su parte, retrocedió un 3,3% anual. Un mal dato, más aún si en esta cifra no se tienen en cuenta aquellos trabajadores que están con su empleo suspendido por un ERTE. La pérdida se explica sobre todo por la caída en las pequeñas cadenas (-8,3%) y las estaciones de servicio (-4,3%). En la comparación mes a mes, el empleo bajó un 1,8%, siendo las grandes superficies las que más decrecieron (-5,8%).

Por comunidades, todas se anotaron tasas negativas interanuales. Destaca el caso de Canarias (-18,5%), Extremadura (-16,9%) y Baleares (-14,9%) por la parte negativa, mientras que los territorios que mejor soportaron la actividad fueron Cantabria (-6,7%), Madrid (-6,9%) y Galicia (-7,2%). El caso de la Comunidad de Madrid se puede explicar por unas medidas menos restrictivas que en el resto de regiones, lo que no contrajo tanto su actividad comercial.


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