El consejo de Indra acepta a Marc Murtra como presidente, pero le despoja de funciones ejecutivas

Marc Murtra, nuevo presidente de Indra.
Marc Murtra, nuevo presidente de Indra.

Indra ha adoptado una solución salomónica para el polémico relevo de Fernando Abril-Martorell al frente de su presidencia. El consejo de administración de la firma tecnológica ha anunciado este jueves el nombramiento de Marc Murtra como nuevo presidente, pero despojándole de las funciones ejecutivas que ejercía Abril-Martorell. De la gestión diaria de la compañía se ocuparán ahora dos consejeros delegados, Ignacio Mataix y Cristina Ruiz, responsables respectivamente de las divisiones de Transporte y Defensa y Minsait, según comunicó la empresa en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El nombramiento no cierra, sin embargo, la polémica que ha suscitado el relevo que, desde distintos ámbitos tanto políticos como financieros, se ha atribuido a motivos políticos. Porque tras la aséptica comunicación remitida a la CNMV, la empresa hacía pública otra nota en la que admitía abiertamente que el nombramiento de Murtra se produce para mejorar las relaciones con las distintas administraciones públicas, principales clientes de la firma tecnológica y de defensa, y optar con mayores garantías a los fondos europeos de recuperación.

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“El nombramiento de Marc Murtra como presidente no ejecutivo de Indra contribuirá a mejorar la ya excelente relación de la compañía con las distintas administraciones, así como a fortalecer el posicionamiento que tiene Indra ante los fondos europeos NextGenerationEU y, por tanto, a incrementar su capacidad de crecimiento”, señalaba la empresa apenas horas después de cesar a Abril-Martorell.

El nombramiento de Murtra se ha demorado durante tres días por las reticencias de la comisión de nombramientos a dar vía libre sin más a la decisión de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), principal accionista de la compañía con un 18,7%, de forzar el cese de Abril-Martorell y poner al cargo de la firma a un candidato más afín al Gobierno de Pedro Sánchez, con el que el presidente saliente había chocado en varios asuntos, en particular, en el alcance del ajuste laboral que precisaba la empresa para garantizar su rentabilidad.

El ruido mediático generado por el que muchos consideran un “dedazo” de Moncloa para tutelar una empresa cotizada como Indra, ha llevado a la comisión de nombramientos, con mayoría de miembros independientes, a adoptar una fórmula en su informe preceptivo al consejo que contente a todas las partes: retira las funciones ejecutivas a Murtra, que no cuenta con ninguna experiencia en el sector, y nombra a dos directivos de la casa, artífices junto a Abril-Martorell del saneamiento de la compañía, como consejeros delegados (actualmente eran directores generales).

Es decir, que Murtra, muy ligado al PSC y que ha participado en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, actuará como una especie de delegado del Gobierno para los grandes asuntos como los contratos de Defensa y la captación de fondos europeos, mientras que Mataix y Ruiz llevarán el día a día de la compañía. Hay que recordar que tanto Abril-Martorell como su antecesor en el cargo, Javier Monzón, eran presidentes ejecutivos con el máximo poder de decisión y que no existía la figura del consejero delegado.

Desde el anunciado relevo al frente de la empresa el pasado viernes, las acciones de Indra se habían desplomado por encima del 13%, aunque este jueves rebotaron un 1,49% hasta los 7,14 euros por título.

El consejo de administración ha resaltado en el comunicado de la empresa “la valiosa contribución y liderazgo de Abril-Martorell durante su etapa como presidente, valorando muy positivamente su gestión y la sustancial transformación operada en la sociedad desde que asumió sus funciones en 2015″, destacando que su protagonismo en el “saneamiento financiero” y los niveles récord de contratación y cartera.

Mensaje de despedida

Por su parte, el ya expresidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, ha trasladado en una carta remitida a la plantilla su cese al frente del grupo tecnológico, en la que pide disculpas por los errores que “sin duda” ha cometido y señala que todas las decisiones las ha tomado “creyendo firmemente que era lo mejor” para la compañía y para todos sus empleados.

Abril-Martorell no esconde que “hubiera deseado completar esta etapa” y consolidar el liderazgo de Indra y su papel como uno de los grandes grupos europeos de tecnología, consultoría y defensa. Y se despide pidiendo a la plantilla colaboración con los otros dos consejeros ejecutivos, Cristina Ruiz e Ignacio Mataix, así como con Javier Lázaro, director general corporativo, y con el resto del equipo de dirección. El ejecutivo recibirá en torno a seis millones de euros de indemnización por su salida de la empresa.


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