El coronavirus no detiene el fútbol en Bielorrusia, la excepción de Europa


El campeonato de fútbol en Bielorrusia acaba de arrancar pese a la crisis del coronavirus. Este país está siguiendo un camino muy diferente al del resto de Europa y sus vecinos más cercanos, Rusia y Ucrania. Su presidente, Alexander Lukashenko, se niega a implantar ninguna medida para detener la pandemia de Covid-19.



Bielorrusia, una ex república soviética a las puertas de la Unión Europea, solo tiene 94 casos registrados oficialmente por coronavirus, y ninguna muerte. No ha cerrado bares, tiendas ni teatros, y tampoco se han prohibido los eventos masivos.

“Un tractor curará el coronavirus””

Desde el comienzo de la crisis, su presidente desde 1994, Alexander Lukashenko rechaza las medidas de contención. La semana pasada, incluso denunció una “psicosis”, afirmando que el “pánico es más peligroso que el virus en sí”, al tiempo que pidió a sus nueve millones y medio de conciudadanos que continuaran trabajando, que fueran al campo y que condujeran tractores, que su país produce en masa, porque “el tractor cura a todos”, al igual que “el vodka y las saunas”. Incluso hoy ha desatado otra teoría extraña. “No hay virus aquí, esto es una nevera”.

Lukashenko, de 65 años, aseguró este sábado en un torneo de hockey sobre hielo en Minsk que “es mejor morir con dignidad que vivir de rodillas”. No sorprende entonces que el campeonato de fútbol bielorruso sea el único de Europa que no se ha paralizado por el coronavirus.

Este sábado, unos miles de hinchas del Slavia tomaron asiento en el estadio Junatsva de Mozyr para ver al equipo local vencer al BATE Borisov (2-1), que ganó 13 ligas seguidas y ha disputado varias veces la fase de grupos de la Champions, en un encuentro de la segunda jornada de Liga que fue transmitido en vivo por la televisión rusa. El BATE cayó pese a adelantarse con un tanto del islandés Willum Thor Willumsson a los diez minutos. Nikita Melnikov, con un doblete (m.32 y 48), firmó la remontada y la segunda derrota seguida del cuadro de Alyaksey Baha.

Este sábado se jugó el derbi de Minsk

En la capital, el pequeño estadio del FK Minsk, actual líder del campeonato, aunque empatado a seis puntos con el Energetik Bgu Minsk y el Torpedo Zhodino, estaba medio lleno para el derbi contra el Dinamo, que acabó perdiendo por 3-2. El duelo tuvo claro color local en el primer periodo con los tantos de Vladimir Khavashchinski, en el minuto inicial, de Yevhenii Chagovets (m.41) y de Roman Gribovski (m.45), pero el Dinamo, pese a quedarse en inferioridad numérica por expulsión de Miha Goropevsek (m.59), estuvo cerca de alcanzar el empate tras recortar distancias por medio de Evgeniy Shikavka (m.77), de penalti, y de Ivan Bakhar (m.80).

Este domingo, el Isloch y el Vitebsk se podrían unir al grupo de líderes si ganan en los campos del Smolevichi y el Neman Grodno, respectivamente.

El portavoz de la Federación Bielorrusa de Fútbol, ​​Alexander Aleïnik, aseguró esta semana que “se habían tomado todas las medidas recomendadas por el Ministerio de Deportes”. Sin embargo, el estado de ánimo ha cambiado en Minsk, ya que las transmisiones públicas de televisión comenzaron de repente esta semana hablando de la pandemia. Pero repiten que el confinamiento generalizado no es una solución.

Niños fingen estar enfermos para no ir a la escuela

Minsk ha estado más tranquilo en los últimos días, y se ha invitado a los mayores de 65 años a quedarse en casa, mientras que algunos jóvenes y niños en edad escolar fingen estar enfermos para mantenerse alejados de las aulas. Durante las horas punta, el metro ya no está lleno, y muchas empresas cambian al teletrabajo.

Pero los bares, cafeterías y tiendas permanecen abiertos, sin instrucciones específicas para los clientes. Las autoridades justifican la flexibilidad de las medidas limitando estrictamente a los pacientes. La viceministra de Salud, Elena Bogdan, aseguró que todos los portadores del coronavirus, incluso asintomáticos, fueron aislados y hospitalizados. Las personas a su alrededor están en cuarentena. El control fronterizo también es muy estricto.

La oposición denuncia una política moral

Fuertemente reprimida, la oposición bielorrusa denuncia una política mortal. “Las autoridades están preparando grandes ahorros en pensiones de jubilación”, dijo la
opositora Mikola Statkevich en un mensaje de vídeo, refiriéndose a los estragos que está causando la enfermedad entre los ancianos.

Otra razón, según los analistas, es que Bielorussia se enfrenta a dificultades económicas. “Y con la desaceleración global, la situación es aún peor. Aparentemente, Lukashenko ha decidido que detener la economía sería suicida” para el país, dijo el analista Artiom Chraibman en una nota.


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