El coronavirus trunca una temporada de anotadores histórica

La temporada truncada de la NBA será histórica por varios motivos. Lo será, sin duda, por la más que probable cancelación definitiva de la temporada regular con más de 20 partidos pendientes por culpa de la pandemia de coronavirus que asola al mundo entero; pero también pasará a la historia, y más si las cosas se quedan como están ahora, por ser una temporada protagonizada por anotadores de una dimensión increíble.



Si miramos al pasado, cuando la liga no tenía ni 20 años, un selecto grupo de jugadores terminó la campaña regular de 1962 con los promedios anotadores más altos de la historia: Wilt Chamberlain (50,4 puntos por partido), Walt Bellamy (31,6), Bob Pettit (31,1), Oscar Robertson (30,8), Jerry West (30,8) y Richie Guerin (29,5) fueron los seis protagonistas de esa cosecha sin parangón en toda historia de la liga. Hoy, con los índices estadísticos estancados debido al parón, otro sexteto de enorme talento copa la lista de máximos anotadores.

James Harden, con 34,4 puntos por encuentro, lidera la manada de anotadores del curso, y todo parece indicar que repetirá como máximo anotador a no ser que la NBA se invente una solución milagrosa para completar lo que resta de temporada regular. A la estrella de los Houston Rockets le acompañan Bradley Beal (30,5), Giannis Antetokounmpo (29,6), Trae Young (29,6), Damian Lillard (28,9) y Luka Doncic (28,7). En toda la historia de la liga, ninguna cosecha de seis jugadores había superado los 28 puntos de promedio de nuevo. Los promedios, además, engañan. Han pasado casi 60 años de la inconcebible exhibición de talento conjunta liderada por Chamberlain y las principales estrellas de su época, pero en 2020, sus seis contemporáneos les han incluso superado, al menos si nos zambullimos en los detalles de la estadística avanzada.

Jerry West fue el jugador que menos minutos por partido disputó del sexteto histórico de los sesenta con 41,2 minutos por encuentro, mientras que Damian Lillard es con 36,9 minutos quién más tiempo ha tenido encima de la cancha para producir sus números del sexteto contemporáneo. Si igualamos ambos grupos a 36 minutos por encuentro, la dimensión de la actual generación de anotadores cobra una relevancia todavía más elevada: Wilt Chamberlain promedió 37,4 puntos bajo esta nueva criba -disputó 48,5 minutos de promedio en su histórica campaña de 50 puntos-, mientras que Giannis Antetokounmpo promediaría 34,5 tantos.

Giannis Antetokounmpo ha cosechado la mejor séptima temporada de la historia de un jugador según el índice de eficiencia (PER)
Giannis Antetokounmpo ha cosechado la mejor séptima temporada de la historia de un jugador según el índice de eficiencia (PER)

El vigente MVP y líder de los Milwaukee Bucks, a sus 25 años, es el jugador que mejor define la máxima del menos es más: con 30,9 minutos por partido está completando la séptima mejor temporada de la historia si nos basamos en el índice de eficiencia (PER), tan solo por debajo de los registros de Chamberlain, Michael Jordan y el mejor LeBron James a nivel estadístico, el de la primera época con los Cavaliers. Este dato, nada desdeñable, debería dar pistas a aquellos que estos días discuten para quién debería ser el MVP de la temporada regular.

Este boom anotador, y la idea prevalente de que el ataque está ganando por paliza a la defensa en la NBA, es objeto de críticas entre analistas y aficionados. Sin embargo, cabe apuntar que si se hizo en 1962 y se está repitiendo seis décadas más tarde, no puede ser simplemente una cuestión de una relajación defensiva. Las estrategias ofensivas han mutado en los últimos años de manera espectacular, y los jugadores son capaces de anotar cada vez desde más lejos. Esa es la principal revolución en el bando anotador: hace unos años un triple de un pívot sería considerado una aberración táctica, mientras que ahora es una herramienta indispensable para cualquier aspirante serio al anillo. Las defensas, con un incremento del 50% de las zonas esta temporada, también están intentando adaptarse a los recursos infinitos que los equipos parecen proponer a nivel ofensivo. El detalle de la zona, que no tiene nada de azaroso ya que el juego está más abierto que nunca, indica que la NBA todavía intenta defender aunque la complejidad de ganar con ello haya incrementado mucho.

Rating defensivo ajustado de los cinco mejores equipos defensivos de la NBA en 2020
Rating defensivo ajustado de los cinco mejores equipos defensivos de la NBA en 2020

Hay indicios de que la defensa, muy a pesar de los más críticos, sigue siendo esencial para ganar campeonatos. Los dos mejores equipos de cada conferencia, los Bucks y los Lakers, son los dos mejores equipos defensivos de la NBA -con 102,93 y 106,06 puntos permitidos por cada 100 posesiones-. Los vigentes campeones, los Toronto Raptors, vencieron el anillo con una defensa por encima del promedio y sin ser considerados un rodillo ofensivo, un movimiento que han liderado con pocos resultados positivos en postemporada los Houston Rockets.

Para entender mejor la histórica campaña anotadora del sexteto líder en la NBA hay que fijarse en que el ritmo de posesiones ha aumentado considerablemente respecto a finales de los noventa -aproximadamente 10 más cada 48 minutos-. De hecho, en la considerada era dorada de la liga, esos años ochenta de excelente rivalidad entre Magic Johnson y Larry Bird, el ritmo de juego de la liga fue más elevado que el de la actual época. Precisamente, en el primer año de ambas leyendas (1979) fue cuando la liga introdujo un cambio que explica en gran parte el ritmo anotador de la NBA contemporánea: el triple.

Aunque es difícil comparar épocas y jugadores, y a pesar de la desconsideración que reciben los sistemas defensivos hoy en día, no hay que quitar mérito al tremendo hito anotador del sexteto liderado por Harden, y es que por algo hacía tiempo que ningún grupo de jugadores lograba subir sus promedios tan por encima de la media. Desde Anteto hasta Doncic, pasando por Beal, Young y Lillard, lo que han hecho este año este sexteto de jugadores quedará grabado en los discos duros de la historia.


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