El entrenador de Los Angeles Lakers, Frank Vogel, admitió esta noche en un conferencia telefónica con los periodistas que ni él ni su equipo de asistentes se había hecho la prueba del COVID-19, a diferencia de lo que sucedió con los jugadores.
La dirección de los Lakers informó esta semana de que todos sus jugadores, incluidos los dos que previamente dieron positivo al coronavirus, no presentaron síntomas después de un período de autoaislamiento de dos semanas.
“Que yo sepa, el resto del personal no fue evaluado”, comentó Vogel. “Las únicas personas que fueron evaluadas por las noticias de los resultados positivos de los Nets de Brooklyn fueron nuestros jugadores”.
Cuatro jugadores de los Nets, incluido el alero Kevin Durant, dieron positivo al coronavirus, lo que llevó a los Lakers a hacer arreglos rápidamente para que sus jugadores reciban las pruebas en un laboratorio privado de Los Angeles. El último partido de los Lakers antes de la suspensión de la competición en la NBA fue el duelo contra los Nets, en el Staples Center, el 10 de marzo.
Vogel, quien está pasando el receso en casa con su esposa y sus dos hijas, comentó que su familia le preguntó si quería hacerse una prueba por sí mismo, considerando la proximidad con la que se encuentra un entrenador con sus jugadores, pero eligió seguir las instrucciones que le dieron los especialistas en salud.
“Es solo que no nos dijeron que nos hiciéramos la prueba”, explicó Vogel. “Y obviamente todos reconocieron la escasez de pruebas y solo íbamos a hacer lo que el departamento de salud local nos informase que hiciéramos. Nos pidieron no someternos a la prueba en ese momento”.
Vogel explicó que nunca sintió que pudiera haber sido contagiado dado que ya había algunas pautas de distanciamiento social establecido y además siempre se ha sentido bien.
Su confianza en su condición de salud es tal que ni tan siquiera ha estado interesado en saber quienes fueron los dos jugadores de los Lakers que dieron positivo al COVID-19 y su satisfacción es que a están completamente recuperados.
Vogel también reconoció que ahora su objetivo es controlar todo lo que pueda del equipo desde fuera del campo, mantenerse en la mejor forma física y compartir mucho más tiempo con su familia. “Simplemente pasando el tiempo, divirtiéndonos tanto como podamos y disfrutar del lado positivo de esto, que es el tiempo de la familia”, subrayó Vogel.
Aún así, Vogel, que cumple con su primera temporada al frente de los Lakers, reconoce que el paro brusco de la competición cuando su equipo marchaba como número uno en la Conferencia Oeste (49-14) no era la mejor experiencia.
Mientras que la opción de perder el resto de la temporada debido a la pandemia mundial del coronavirus también le dejaba por momentos con una sensación rara. “Todo es posible”, admitió Vogel, de 46 años. “Ciertamente es una posibilidad y sería una gran decepción si no pudiéramos jugar. Sin embargo, lo entendemos, y esto es más grande que el baloncesto. Y volver a la cancha no es lo más importante para el mundo ahora mismo”.
Vogel confía que al final puedan tener esa oportunidad de volver a la competición, pero si al final no lo hacen, reconoció que sería una gran decepción a la que tendrían que enfrentarse si se da ese momento.
Mientras tanto, dijo que está tratando este período como la temporada baja, sabiendo que si la Liga puede reanudar la temporada 2019-20 en algún momento, su equipo necesitará energía para regenerar el éxito que tuvo antes de la suspensión y tener aun más conocimientos de los rivales.
“Volver a recuperar el nivel que teníamos en el momento de la suspensión no será algo fácil, pero es el objetivo que necesitamos alcanzar si queremos triunfar”, subrayó Vogel. “Tenemos que restablecer nuestra química, restablecer nuestra ética de trabajo, condicionamiento físico, el ritmo y el tiempo en el juego”. La consolación para Vogel es que sabe que el resto de los equipos de la liga también tendrán el mismo problema y camino que recorrer.
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